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El proyecto buscaba aumentar, en escalas, los impuestos a las gaseosas y jugos con 5 gramos de azúcar por 100 mililitros; en otra escala para las cervezas y jugos con alcohol; en otro grupo sidras, vinos y champagne; y coñac, ginebra, caña y aguardiente, etc.
Sin mayor debate sobre el punto, en votación, se resolvió enviar el proyecto a archivo. Votaron 24 por el rechazo y 12 por la aprobación.
El proyecto planteaba un aumento impositivo para las bebidas alcohólicas y azucaradas con tasas mínimas de 7,5% y 19,5% y máximas de 10% y 26% (hoy rigen tasas de 5%, 9%, 11% y 13%).
La única disertante al respecto fue la senadora Desirée Masi, quien expresó que los porcentajes de aumento planteados en este proyecto, contribuirían al contrabando, ya que elevaba de manera indiscriminada los productos. Propuso tratar un aumento impositivo al agua.
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“Tenemos que establecer un canon para el agua para uso a nivel industrial”, sostuvo. Pidió que se establezca un tributo no solo al consumo selectivo sino que también un impuesto por el uso de recursos hídricos", advirtió.