Cargando...
El diputado Acosta recordó que ya tuvieron la misma discusión con el caso de los anestesistas, que también argumentaban que solamente un grupo estaba capacitado para trabajar y por ello querían limitar el trabajo legal de otros colegas.
Lea más: Plantean liberar registro de escribanos públicos
“Hay que entender que los tiempos cambian y que hay que ir adecuándose, y no esa colegiación que peleamos mucho y por suerte logramos que no continúe: el club de los amigos, 'nosotros somos los buenos y el resto no'”, afirmó el diputado liberal.
Rememoró que ya presentó un proyecto buscando abrir el ejercicio legal de la escribanía, ocasión en la que a través del gremio de escribanos le advirtieron que no se meta en ese tema. Comentó que varios políticos y empresarios lo llamaron a intentar disuadirlo y que el argumento siempre es que “el mercado no tiene capacidad” de asumir la cantidad de profesionales y que hay “gente que podía vender su firma a mejor postor”, es decir, prestarse a actividades ilegales.
Muy por el contrario, el legislador dijo que el actual sistema permite ilícitos y abusos, como por ejemplo que “hay quienes venden sus registros por 250 millones” y eso limita la posibilidad de acceder a los registros.
Esto hace que los profesionales que no tienen contactos o dinero para acceder a la habilitación legal para ejercer terminen trabajando en las escribanías, haciendo todo el trabajo y cobrando una “miseria”.
“Yo les pregunté a los escribanos por qué por lo menos no les pagan bien a sus colegas y me preguntaron qué consideraba pagar bien. Hay muchos que pagan sueldo mínimo a sus colegas”, relató, mencionando que hay escribanías que pagan esos sueldos ínfimos a sus colegas sin matrícula pero que hacen todos los escritos, pese a que tiene información de que hay algunos que ganan G. 100 millones al mes.
Además, ante el argumento de que supuestamente el abrir la profesión a todos permitiría que algunos escribanos avivados se queden con propiedades, Acosta recordó que entre los escribanos con registros no hay impolutos y citó el caso de la esposa de Óscar González Daher, Nélida Chávez, con procesos abiertos en la justicia. “Hay muchos que han sido denunciados y no son muy honorables”, apuntó.