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Manifestaron que los futuros abogados estacionaron, una vez más, sus vehículos provistos de potentes parlantes adicionales que emitieron ensordecedores sonidos que no les dejaba descansar y, además, ingerían bebidas alcohólicas adquiridas de la bodega “Tuichaité”, situada en la intersección de la citada arteria con la calle Dr. Ramón Zubizarreta.
Los pobladores manifestaron a ABC Color que están hastiados del atropello a sus derechos de descanso por parte de los estudiantes de Derecho, quienes en principio deberían velar por el cumplimiento de las normativas, pero son estos los transgreden dos leyes nacionales con dichos actos: La Ley N° 1.100/97, de Prevención de la Polución Sonora, y la Ley N° 1.642/2000, Que prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública.
La primera de las citadas leyes, en su artículo 2°, dice: “Queda prohibido en todo el territorio de la República causar ruidos y sonidos molestos, así como vibraciones cuando por razón de horario, lugar o intensidad afecten la tranquilidad, el reposo, la salud y los bienes materiales de la población”, lo cual es de fácil entendimiento para cualquier persona, según la queja.
La otra, la N° 1.642/2000, es igual de contundente a la anterior, pues nadie podría dar una segunda interpretación a la expresión que dice que está prohibido beber productos con alcohol en la vía pública (veredas, calles o plazas).
Los vecinos de la mencionada zona de Asunción mencionaron que anoche, cientos de estudiantes se reunieron frente al mencionado local de expendio de bebidas alcohólicas e hicieron un infernal ruido con los parlantes complementarios de sus automotores, donde bailaban y gritaban.
Algunos de los pobladores suelen reclamarles a los jóvenes, como también lo hicieron ayer, que no les molesten, pero no tienen éxito y como respuesta reciben insultos. Dijeron que llamaron a la Policía y luego llegaron dos agentes que trataron con exceso de amabilidad de convencer a los alumnos de derecho a retirarse del lugar y no molestar a los demás ciudadanos, pero en realidad debieron hacer cumplir la ley sin mucho protocolo, refirieron.
Afortunadamente, alrededor de la medianoche los futuros abogados se retiraron del lugar. En otras ocasiones acostumbran a quedarse en la zona hasta las 03:00 de la madrugada y provocando que los lugareños queden con los nervios de punta, según expresiones de los denunciantes.
Agregan que el dueño del mencionado comercio de venta de bebidas, de apellido Chiriani, ya había sido denunciado y que una fiscala estuvo a punto de imputarle, pero ello no ocurrió solo porque se comprometió a que iba a vender sus productos solo para llevarlos a otro lugar y no para ser consumidos ahí, pero no cumplió.