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Varios hechos contradictorios se fueron dando con el correr de los días sobre el crimen de la empresaria Sonia Doutreleau.
La primera que dio su versión a la fiscalía de lo ocurrido fue Celia Maidana, quien es la secretaria que recibió al hombre que dijo ser el encargado de repartir facturas de la ANDE.
La mujer dijo que fue reducida con arma blanca por un hombre y que luego fue encerrada en el baño, desde donde escuchó que dos personas conversaban y revolvían el lugar. Después ya oyó que llegó Sonia y que hubo una pelea que terminó en crimen.
Sin embargo, el guardia del Shopping Británico, que está frente al local donde se produjo el homicidio, dijo a la Policía que solo vio entrar a un hombre hasta las oficinas de Capaclor. El guardia tiene que declarar este miércoles ante la fiscala María Fátima Britos.
Otro hecho que llama la atención a los investigadores es que Maidana, en un primer momento, no comentó que el homicida entró al baño tras matar a la empresaria, a lavarse y sacarse los rastros de sangre.
Sin embargo, en su declaración ante la fiscala explicó que el homicida entró al sanitario y mientras ella estaba acurrucada en un costado el hombre se limpió la sangre. El Ministerio Público ordenó que se analice la ropa de la testigo, para verificar si tiene rastros de sangre.
Asimismo, en lo que respecta a la hora hay un dato llamativo: el guardia del shopping dijo que vio entrar al homicida a las 8:30, mientras que la testigo dijo que eran las 9:05 cuando ingresó el hombre que la redujo. A las 10:30 se avisó a la Policía del hecho.
Para los investigadores existen hechos muy llamativos, ya que al parecer todo hace suponer que estaban esperando a Sonia Doutreleau, pero no se sabe si para matarla o pensando que tendría consigo una fuerte suma de dinero.
Por el momento, el Ministerio Público tiene solo a dos testigos del hecho: el guardia del shopping y la secretaria de la empresaria fallecida.
Sara Laterza, amiga de la empresaria asesinada, también declaró ante la fiscala Britos y dijo que Sonia le había comentado que le estaban sucediendo episodios extraños; sin embargo, el padre de la víctima, Raúl Doutreleau, negó que su hija haya recibido amenazas.
Sobre otros detalles, los investigadores siguen manejando todo con mucho hermetismo. Desde la Fiscalía, Celia Maidana sigue siendo una testigo y negaron que existieran pedidos de que sea imputada.