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Las aguas del río Paraguay ocasionan una rápida erosión del suelo, lo que produjo que varias viviendas desaparecieran al ser arrasadas y que otras 12 se encuentren también bajo riesgo de caer ante esta situación.
"Necesitamos con urgencia la construcción de la defensa costera", manifestó Ignacio Barreto, presidente de la Comisión de Emergencia, formada para el efecto. Agregó: "Estamos solicitando la ayuda del gobierno central, ya que, de no construirse esta obra, la población tiende a desaparecer".
El paso de las embarcaciones de gran calado, que transportan minerales y navegan en forma permanente por la zona, conspira también para que el agua siga erosionando el suelo.
Esta comunidad recientemente cumplió 111 años de existencia y cuenta con una población superior a los 1.000 habitantes, dedicados a la ganadería en pequeña escala. Dista a unos 750 kilómetros de la capital del país.