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“Lo que ella contó muy bien es que llevaba una mesita, llevaba una silla y después le llevaba a ella”, relata la especialista sobre la preparación que realizaba la maestra antes de cometer el supuesto abuso -en un baño del colegio- con base en los testimonios recogidos durante las entrevistas con la menor, ahora de 11 años, informó Perla Silguero, periodista de ABC Color.
Pese a la dificultad que representa hablar de un abuso sexual, además de las limitaciones propias del vocabulario y del conocimiento de una menor de esa edad, la profesional consiguió obtener datos importantes que fueron expuestos hoy en el marco del juicio oral y público, como la descripción del momento de los abusos, ya que la pequeña contó que la docente la llevaba a ella y a una compañera, las desnudaba y hacía que se besaran e interactuaran entre sí con sus partes íntimas, mientras ella presenciaba el momento, también despojada de sus prendas.
“En el recreo, cuando todos salían y ellas se quedaban” era el momento en que las llevaba al baño para abusar de ellas, detalló la profesional. Acotó que la niña, al ser consultada sobre las oportunidades en que ocurrió el abuso, respondía ‘muchas veces’ y luego afirmaba ‘todas las veces’, lo que, si bien no deja establecer una cantidad aproximada, sí revela que ocurrió en varias ocasiones.
Durante las sesiones, la pequeña víctima demostraba inseguridad, temor, muy baja autoestima y hasta sentimiento de culpa -expone la especialista-, sentimientos que condujeron a la familia a llevarla a un psicólogo para determinar la causa de su cambio de comportamiento. “Ellos sentían que algo raro estaba pasando: ya no quería irse a la escuela, de noche no dormía, se enfermaba, vomitaba para no irse".
Este caso fue denunciado en 2010 por la abuela de la víctima, cuando la niña, entonces con 5 años, cursaba el preescolar. La denunciante reveló que, años después de lo ocurrido, su nieta seguía en tratamiento psicológico por los abusos sufridos en el denominado “juego de las amigas”, nombre con el que la acusada disfrazaba los abusos.
La docente manifestó en la audiencia preliminar que solo dará su versión en el juicio oral y público. La acusada está en libertad bajo fianza de su abogado Víctor Lovera, fijada por el juzgado en G. 100 millones.