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Las tareas pretenden devolver la seguridad al dique que había colapsado tiempo atrás y generado gran incertidumbre ante la riada que afecto últimamente la zona. La actividad principal se despliega en el lugar que se había desmoronado y fuera reforzado de manera precaria. Además de esta intervención, la defensa deberá recuperar la cota 12, 40 en toda su extensión.
Para encarar la obra, sin necesidad de que las aguas bajen a niveles normales se utilizan materiales especiales que fueron importados desde Colombia. Hasta hace algunos días, los pobladores se mostraban escépticos con relación a la ejecución de los trabajos. Los responsables de la constructora habían anunciado que todo dependía del traslado de los elementos adquiridos en el exterior y el traslado de las piedras que se ejecuta por vía fluvial, atendiendo a que la vía terrestre sigue afectada por la crecida del río Paraguay.
Al no llegar los camiones hasta Alberdi, las barcazas serán encargadas de hacer llegar las aproximadamente 300 toneladas de piedra que serán utilizadas para construir la base del muro definitivo, que en el futuro reemplazará al dique actual. La nueva defensa costera, además de otorgar seguridad a la población, servirá para embellecer la ciudad y descongestionar el tránsito, ya que el muro será amplio y tendrá en su coronamiento 40 metros de ancho, con una doble avenida pavimentada.
Las tareas de consolidación de la frágil estructura y la fase inicial de la defensa definitiva fueron encargadas a la empresa Barrail Hermanos SA, representada por el ingeniero Guillermo Barrail, que concretará estas tareas con una inversión de G. 73.933 millones, por parte del Ministerio de Obras Públicas. Para la siguiente etapa, el MOPC invertiría uno 30 millones de dólares, lo que alejará definitivamente a los alberdeños, del riesgo de que las aguas ingresen al casco céntrico de esta ciudad.