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Desde hace 25 años, la familia Barbúdez se dedica a este rubro buscando alternativas de renta tras el bajón de la cotización de la yerba mate -que cayó hasta a G. 100/kg la hoja entonces- se empeñaron y consiguieron la semilla en la ciudad de La Colmena y hoy día tras años de experiencias promueven apasionadamente el melocotón.
En la pequeña empresa familiar compuesta de tres hermanos, Wilfrido, Juan Ángel y Lidia Barbúdez, son granjeros natos que además del durazno producen uva, ciruela, mandioca, yerba mate, ganados menores (gallinas, cerdos para consumo familiar) y miel de abeja que venden por pedido. La producción es colocada en las zonas más alejadas que aprecian la calidad del producto natural "de colonias menonitas del Chaco vienen a buscar", indicaron, pero en los mercados regionales a veces la competencia desleal (el contrabando) los perjudica y echan a perder toda una cosecha.
De una planta en época de buen rendimiento y clima favorable se puede cosechar de entre 80 y 100 kilos de durazno. En la finca ofrecen a G. 50.000 la caja (que contiene 12 kilos aproximadamente) y se cosecha desde a mediados de setiembre a fines de diciembre. Para los que deseen contactar, se habilitaron para comprar los frutos dos números telefónicos el (0981) 353-907 y el (0983) 844-777.
Wilfrido Barbúdez, el mayor de los hermanos de la finca agropecuaria familiar, explicó que los años de experiencia los adiestró para ser prácticos y es así que aprendieron a puro pulmón. "No hay tantos secretos para una buena producción; el de mantener limpia de malezas la finca, contrarrestar las plagas con productos caseros y naturales, pues lo químico no le gusta a esta variedad de durazno (Santa Rosa) y cuidamos de ofrecer a los clientes una producción totalmente ecológica y el precio accesible", indicó y agregó: "Los mismos consumidores pueden participar a la hora de cosechar, lo arrancamos a la vista para entregar el fruto fresco", dijo el agricultor.
El emprendimiento familiar agrícola se desarrolla en una finca de 10 hectáreas, en la localidad "3 de Noviembre", el cultivo de durazno y ciruela abarca casi la mitad y el resto para los otros cultivos y animales domésticos. Como toda producción agrícola, con el "clima dependiente", hay épocas de buena cosecha y otros años de merma. Una de las dificultades es en la época de lluvias en que los caminos a los mercados es impasable a la compañía poblacional de producción y si no sacan en tractores al centro urbano los frutos se pudren en la finca causando pérdidas irrecuperables.
La "frutería Barbúdez" como lo denominaron es muy carismática en la zona, pues todo visitante lugareño o algún extraño al pasar por la finca degustan los frutos de la cosecha de durazno o ciruela ofrecidos por los dueños de casa sin ningún costo, característica de la familia del campesina innata en estos lugareños.