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Yore manifestó que a causa de la escasez de camas en terapia intensiva, los defensores del pueblo deben recurrir a medidas judiciales para que los niños puedan acceder a los hospitales privados, pero que actualmente esto se ha convertido en un inconveniente.
“Los amparos que sacan los defensores son para hospitales privados, pero hoy nos enteramos que ellos (dueños de hospitales privados) denuncian a los defensores que solicitan”, sostuvo en comunicación con radio Ñandutí.
Argumentó que de esta manera “se niegan a atender” a los niños, ya que promueven denuncias en contra de los defensores que tramitan los amparos judiciales.
“Ya nos rechazaron a varios (niños), algunos protestan que es responsabilidad de los defensores públicos, pero qué responsabilidad podemos tener, si tenemos el amparo judicial, el problema de ellos es con el Ministerio de Salud” explicó la defensora, y argumentó que es debido a la falta de pago por parte de la cartera sanitaria a los privados por el usufructo de la terapia por parte de pacientes con escasos recursos.
“Los hospitales privados son comercios, su objetivo es ganar”, enfatizó Yore y sostuvo que la vida y la salud son derechos universales y que ahora están en riesgo por estas diferencias.
A pesar de las denuncias promovidas contra los defensores y la negativa de los hospitales privados, Yore manifestó “vamos a seguir trabajando, solicitando a los juzgados para que esas criaturas accedan a un servicio de salud como corresponde”.