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Tras 64 días del secuestro de Arlan Fick, uniformados intensificaron los controles móviles, tanto sobre rutas y caminos vecinales en Azote’y, como mecanismo para contrarrestar a personas que puedan evadir las barreras fijas establecidas por los policías.
Actualmente, el secuestro de Arlan se iguala al de María Edith de Debernardi con relación a la cantidad de días en cautiverio.
La familia Fick ha hecho llamamientos públicos al grupo criminal para que liberen al adolescente, por cuyo rescate se pagó la suma de 500.000 dólares.
También entregaron víveres por la suma de 50.000 dólares para las comunidades de donde eran oriundos dos de los criminales del EPP, que murieron enfrentados con miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) durante el secuestro de Arlan. En esa ocasión también murió un militar.
Hasta ahora, el Gobierno se mantiene al margen de las negociaciones. Brasil habría ofrecido ayuda al Estado paraguayo y también asesoramiento a la familia, pero hasta el momento nada se concretó y la espera por Arlan sigue.