El proyecto prevé la construcción de una planta de tratamiento en las aguas del arroyo Yukyry, cuyas aguas acaban en el lago, por U$S 60 millones, así como la de alcantarillado en cuatro ciudades que actualmente vierten sus desechos en la cuenca del Ypacarai.
Su contaminación obligó a las autoridades a prohibir el baño en la temporada veraniega del año pasado y causó graves perjuicios económicos a las comunidades que viven del turismo.
A través del arroyo Yukyry llegan directamente a la cuenca del lago los desperdicios de más de medio millón de habitantes de las localidades de Luque, San Lorenzo y Capiatá, sin contar con las de otros municipios en las inmediaciones del Ypacarai.
Están previstos nuevos alcantarillados en las ciudades de Itauguá, por U$S 4,5 millones, en Areguá, por U$S 5 millones, y en Ypacarai por U$S 4,1 millones.
Para la ciudad de Capiatá se prevén U$S 60 millones de inversión, según el informe presentado por el Ejecutivo en la Cámara alta.
El proyecto también pretende aumentar la vigilancia de las leyes ambientales en los municipios que rodean al lago.
Según la Fiscalía, la Secretaría del Ambiente (Seam) recibió 139 denuncias de negocios en la cuenca del lago que supuestamente están contaminando las aguas que aportan al Ypacarai.
Las denuncias generaron 39 imputaciones por delitos ambientales y 10 de los negocios intervenidos iniciaron procesos de adecuación ambiental.
Las obras serán costeadas con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y una donación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), según el Ministerio de Obras Públicas, que indicó que tardarán un máximo de 18 meses.
El Ministerio dijo que esas obras comenzarán antes de fin de año.