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El hecho que se atribuye a la doctora Leticia Larramendia data del 3 de febrero del año 2008, hace más de 11 años, cuando era residente.
Según informó Óscar Orué, asesor jurídico del sindicato de médicos, a la entonces médica residente se la procesó y condenó en dos instancias por omisión de auxilio, debido a que durante una guardia ordenó la internación de una mujer en proceso de parto, pero en admisión del Instituto de Previsión Social (IPS) no accedieron a internarla porque la patronal que la aseguró adeudaba dos meses de pago.
En ese momento, la doctora Leticia Larramendia le ofrece a la familia una ambulancia para trasladar a la gestante al Hospital de Trinidad, pero ellos se niegan a recurrir a otro hospital porque son asegurados.
Entonces, según el asesor jurídico del gremio de médicos, Leticia le informó a su jefe inmediato, y siguió atendiendo a los demás pacientes, pues se encontraba de guardia. A las 7:00 de la mañana, la médica se habría retirado del hospital habiendo cumplido su jornada. A las 9:00, la familia de la embarazada aún estaba en los pasillos; la internaron en urgencias y falleció el bebé.
La familia denunció el hecho ante la Fiscalía, y esta inició el proceso. En el 2011, la doctora Larramendia fue condenada a dos años y medio de pena privativa de libertad tanto en primera como en segunda instancia.
Dos miembros de la Corte consideraron que la doctora no tuvo defensa, y que había vicios en el proceso judicial. Entonces, se planteó un nuevo juicio. Otro de los integrantes de la Corte plantea que se finiquitara el proceso y se mandara a archivo.
Finalmente, para este martes se fijo el juicio nuevamente, y la defensa planteó la prescripción, que se logró, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido desde la ocurrencia del hecho. En forma paralela, el gremio de médicos vino a traerle su apoyo a su colega, y se mantuvieron en vigilia en las afueras del Palacio de Justicia, mostrando carteles que defendían la inocencia de la doctora Larramendia.
El asesor jurídico del Sindicato de Médicos, Óscar Orué, manifestó que la solidad del gremio es principalmente para reivindicar las verdaderas intenciones de los galenos. “Ellos no van a la universidad para matar gente; al contrario. Lamentablemente, en este caso concreto había un atraso de la patronal, y el IPS es muy estricto en ese sentido. Al no estar al día, no la atienden, y como consecuencia falleció la criatura. Es una situación en la cual no tuvo culpabilidad la médica; ella había ordenado la internación, y no le permitieron por el régimen disciplinario”, manifestó el asesor.
Los médicos están planteando la descriminalización de la función médica. “Estamos expuestos a situaciones así, sobre todo los residentes”, señaló Orué.