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El procedimiento se realizó cerca de las 22:00 sobre la calle Niño Salvador, y tras la verificación de cinco motociclistas que circulaban por la zona se constató que ninguno contaba con registro de conducir y cascos protectores. Tampoco tenían documentos que avalen ser propietarios, por lo que fueron trasladados hasta la comisaría.
Se comunicó del hecho a la asistente fiscal Ivonne Domínguez, quien dispuso la liberación de los detenidos, la entrega de un menor a sus padres y que las motocicletas queden retenidas en el lugar.
Minutos después se presentó el intendente Jacinto González para preguntar el motivo del procedimiento. Cuando se le comunicaron las faltas cometidas por los infractores, se retiró del lugar. Después llegó su hermano, el exintendente Luis González, en compañía de familiares de los infractores, y con prepotencia comenzó a agredir a los agentes policiales acusándolos de realizar un mal procedimiento y amenazándolos con trasladarlos a otros sitios.
Consultado al respecto, Luis González admitió que se presentó en el lugar y que reclamó a los agentes policiales por haber “sacado sus motos a gente pobre”. Añadió que es normal que nadie tenga documentos de sus biciclos en la zona y que eso no es motivo para incautarlos.
Sostuvo que todos los intervinientes, comenzando por el subjefe, el oficial Elvio Gonzalez, serían trasladados del lugar. “Eso te aseguro”, manifestó enfáticamente.
Cuando se le preguntó cuál sería el motivo para trasladar a los policías, dijo que es “porque no se adecuan a las condiciones de cada ciudad”.
No es la primera vez que Luis González protagoniza hechos de esta naturaleza. El 31 de diciembre del 2016 molió a golpes a un grupo de concejales que cuestionaban su gestión.