Cargando...
El economista Amílcar Ferreira afirmó que en estos momentos se está observando una debilidad de las economías emergentes, que empezó con el enfrentamiento político-diplomático entre Estados Unidos y Turquía, que han visto impactada negativamente su economía.
Dijo que la crisis turco-norteamericana tuvo su “efecto contagio” sobre economías emergentes de otras regiones del mundo, como Argentina y también Brasil.
En cuanto al problema entre Estados Unidos y Turquía, Ferreira explicó que hace como un año y medio hubo un intento de golpe de Estado en el citado país del Asia Menor contra su presidente Recep Tayyip Erdogan, y que a raíz de ello mucha gente actualmente está presa, entre ellos un pastor evangélico de nacionalidad norteamericana.
Comentó que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha venido exigiendo la liberación del citado pastor, últimamente con un lenguaje más determinante, pero obtuvo la respuesta negativa del jefe de Estado turco.
Dijo que a raíz de ese enfrentamiento, ante el riesgo país de Turquía, con una economía altamente endeudada y que participa en los mercados internacionales, los inversores extranjeros empezaron a evitar a la economía turca y el país empezó a tener problemas financieros.
Agregó que esa situación es la que se trasladó a las economías emergentes de otras regiones, que, aunque son de segundo orden, son igualmente importantes, pero altamente dependientes de los mercados internacionales para emitir deudas y refinanciar sus vencimientos.
Consultado sobre cómo puede afectar a nuestro país una disparada del dólar en Brasil, el profesional economista contestó: “A nosotros nos puede afectar por la vía del comercio fronterizo, principalmente. Esto hace que el brasileño promedio tenga un menor poder de compra en dólares y eso va a afectar el comercio en frontera”.
Sobre el punto, recordó que la última crisis política que tuvo Brasil, con la destitución de la expresidenta Dilma Rousseff, que se conjugó con la económica, la actividad comercial en la frontera cayó casi 50%.
“En este caso no es tan grave todavía, pero igualmente tendrá su impacto sobre el comercio en la frontera (Ciudad del Este y Salto del Guairá). Además, sobre las remesas de compatriotas que viven y trabajan en el Brasil, y sobre las inversiones de brasileños fuera de su país”, subrayó.