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Cuando una persona ingresa a una empresa privada se acuerda mediante un contrato, verbal o escrito, cuáles serán los deberes y obligaciones de ambas partes, y lo que no está establecido en dicho contrato no tiene por qué hacerlo. Sin embargo, existe una práctica que cada vez es más común y se realiza más abiertamente.
Lo que ocurre es que empleados de determinadas empresas privadas, cuyos dueños son candidatos a cargos electivos, se vean en la obligación de contribuir a la campaña electoral de distintas maneras. Un caso denunciado en mayo pasado ocurrió en la Cooperativa Luque LTDA. Empleados de esa cooperativa denunciaron a nuestro diario que uno de los directivos de la cooperativa, Silverio (Silver) Mosqueira (PLRA), apunta a la concejalía de esa ciudad por el Partido Liberal, y para solventar su campaña, no tuvo mejor idea que vender rifas a empleados de la institución, muchos de los cuales ante el temor de ser echados accedían a comprar la rifa.
Además entregaban estas rifas a los diferentes comités que realizaban trabajos fuera de la cooperativa y constituían los nexos con la gente, según fuentes de ABC Color. De negarse a comprar la rifa, la consecuencia era el despido, según una persona afectada que perdió su puesto luego de negarse a pagar por los boletos de sorteo.
Asimismo, empleados de la empresa La Limpeña S.R.L, que explota la Línea 49, denunciaron que fueron echados por formar un sindicato, pero el motivo, o la gota que colmó el vaso para la formación del gremio que defienda sus derechos, fue, según denunciaron formalmente, que cada chofer debía conseguir 18 votantes para Belén Maldonado, candidata a concejal de Luque, hija del propietario de la empresa, el diputado Celso Maldonado (PLRA). La joven candidata fue procesada además por comprar sus notas en la Universidad Católica de Asunción, de donde la expulsaron por tal motivo. Maldonado se salvó del juicio oral porque aceptó el hecho y se comprometió a donar dinero para hogares de beneficencia.
Otro caso es el de empleados de la empresa Tabacalera del Este, propiedad del presidente de la República Horacio Cartes, quienes deben salir a juntar los carteles de candidatos en la zona este del país. Ayer se produjo un incidente entre jóvenes que llegaron a Hernandarias para limpiar la ciudad de carteles políticos y estos operarios que alegaron que si los jóvenes sacaban los carteles ellos ya no iban a tener trabajo que hacer el lunes.
Ministerio del Trabajo. “Legalmente (basado en las leyes vigentes) corresponde que se le diga que no, porque es lo que está establecido en los términos laborales”, explicó el ministro del Trabajo, Guillermo Sosa, a ABC Color. Cuando una persona comienza a trabajar en un lugar acuerda mediante un contrato verbal o escrito los deberes y obligaciones, por lo que si no se establece allí que estas tareas proselitistas o bien puede ser otro caso en el que una vendedora debe ser niñera, no tiene por qué hacerlo, explicó.
Dijo que lo que sí puede ocurrir es que el trabajador puede acordar con su patrón un pago por el trabajo extra, siempre que quiera hacerlo.
“Lo que sucede en todos estos términos es que siempre existe como una cuestión aceptan determinados trabajos y si no aceptan entonces el empleador puede enojarse, entonces el empleado dice 'bueno, para que mi patrón no se enoje, voy a hacer nomás el trabajo que me 'pidiendo que haga”, explicó y siguió diciendo, para resumir, que en primer lugar no corresponde, debe ajustarse al contrato laboral y si no está en el contrato, no corresponde, a menos que se realice un nuevo contrato por dicho servicio.
Agregó que las personas pueden denunciar esta situación en el Ministerio del Trabajo. Dijo que el empleador puede recibir multas u otros tipos de sanciones. Sin embargo, reconoció que hoy día en las relaciones laborales todavía hay muchas debilidades.
Abogado laboralista, exviceministro de Trabajo. “Si una trabajadora es contratada para venta de electrodomésticos, ese es su trabajo y no se le puede dar otro trabajo, a no ser que sea urgencia o necesidad máxima de la empresa, que de ninguna forma puede salir de la esfera de la empresa, de ninguna forma se le puede obligar a un trabajador a vender rifa o pegar carteles siendo que esa no es la modalidad”, sostuvo, para ejemplificar la situación.
“Como exministro te digo, que el Ministerio del Trabajo, en los últimos tiempos, se ha convertido en un ente perseguidor de trabajadores que un ente tutelar del trabajador”, puntualizó además en respuesta a que muchas veces, cuando los trabajadores denuncian esta situación, finalmente no son defendidos por la cartera. A modo de ejemplo dijo que hay numerosos casos de trabajadores que solicitaron la inscripción de sus respectivos sindicatos y en el Ministerio del Trabajo simplemente no lo hacen.
“Yo fui el creador de lo que hoy es el Ministerio del Trabajo, durante cuatro años trabajamos con OIT (Organización Internacional del Trabajo) para ser un Ministerio fortalecido, hoy con la actitud que tienen lo están echando a pedazos”, afirmó.
Esta práctica que aparentemente es común es peligrosa para los trabajadores, que muchas veces por miedo, callan para no perder sus puestos de trabajo.