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Casi un arroyo es lo que se forma frente a la vivienda de Hanne Spindler, principal vecina afectada por los miles de litros de agua desperdiciados durante las 24 horas del día por el taque de la Junta de Saneamiento de la ciudad de Altos. “Aún sigue en el mismo estado, hasta diría que empeoró, pues frente a mi portón ya tengo un arroyito”", expresó la señora Spindler a ABC Color.
La vecina mencionó que varios técnicos llegaron hasta el lugar, pero el cambio nunca se visibilizó. También señaló que una mujer -quien no se identificó- la llamó, prometiendo un próximo arreglo. Tampoco generó respuesta alguna.
El tanque de agua fue construido hace al menos siete años y, según denuncia la ciudadana, desde un principio presentó problemas. En varias ocasiones, la vecina realizó los reclamos correspondientes -inclusive por escrito-, pero sin solución.
Más allá de la incomodidad que genera, el caso constituye considerablemente un peligro para la salud de los pobladores, debido a que la humedad genera cada vez más la proliferación de mosquitos, transmisores de distintas enfermedades.
“Estoy casi segura que, si esto pasara frente a la casa de algún concejal o del intendente, el caso ya estaría solucionado, con la ayuda de la Municipalidad. Pero soy una simple ciudadana, sin peso político, con deberes pero sin derechos”, se lamenta la vecina.