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El obispo, emérito de la Diócesis de Encarnación aseveró que las insaciables ambiciones de los políticos “son noticia todos los días en los medios de comunicación, algo que resulta lamentable”. Fue durante la misa de esta tarde, correspondiente al tercer día del novenario a la Virgen de Caacupé.
Monseñor Ignacio Gogorza añadió que a pesar de que el 80% de la población paraguaya es católica, es una realidad que el Paraguay es uno de los países más corruptos de América.
“Además de ser una nación donde la brecha entre ricos y pobres es demasiado grande. Al existir familias que viven en forma miserable, sin la posibilidad de satisfacer siquiera sus necesidad básicas de alimentación, salud y educación; mientras que otros se pasan realizado ostentación de una inmensa riqueza con miles de propiedades, mansiones y vehículos lujosos que no condicen con sus ingresos”, explicó el obispo.
Al respecto de la desigualdad de condiciones, Monseñor Gogorza sostuvo que "para cancelar desequilibrios e injusticias" urgen reformas para la redistribución de la riqueza y garantías de acceso a la instrucción y a la sanidad de los más pobres.
Continuó diciendo que es necesario tener viva la preocupación por los pobres y la justicia social, con la exigencia de profundas reformas que prevean la redistribución de la riqueza producida.
Finalizando, Monseñor Gogorza hizo un llamado a los jóvenes para que luchen por reformar la sociedad y construir un país con más equidad social, justicia y solidaridad, donde se respete los derechos básicos y la dignidad de todos.
Cientos de peregrinos de diferentes puntos del país, como Pedro Juan Caballero, Ciudad del Este, Chaco y otros, participaron de la celebración litúrgica que se realizó en la explanada de la Basílica de Caacupé.