Cargando...
La ciudadanía no tiene confianza en la Policía Nacional por varios motivos. El primero, la corrupción imperante en su filas, y el segundo, el descontrol de muchos de sus agentes.
Eso evidenció durante la jornada del jueves, cuando se festejó el Día del Trabajador y cuatro policías fueron detenidos en diferentes hechos violentos.
El primero ocurrió en la tarde del jueves en la ciudad de Altos, donde el suboficial 2º Aníbal Fariña discutió con su concubina Patricia Álvarez y trató de matarla de un disparo. La bala dio en el hombro de la mujer y le atravesó de lado a lado. La joven está internada en Emergencias Médicas, bajo observación, y el violento policía, detenido.
El segundo hecho se registró en horas de la noche en el barrio Villa Aurelia, donde el suboficial 1º Héctor Ramírez, en estado de ebriedad, sacó su arma de fuego, una pistola 9 mm, y efectuó varios disparos al aire.
Los vecinos dieron aviso a la Comisaría 11ª Metropolitana y una patrulla acudió al lugar y detuvieron al uniformado.
Finalmente, para cerrar una jornada negra en el cuadro policial, alrededor de las 21:00 un hombre fue atacado a golpes en un prostíbulo ubicado en Montevideo casi Oliva, en el centro de Asunción. Como los dos agresores del sujetos estaban armados y realizaron varios disparos, los testigos llamaron a la Policía.
Una patrulla llegó al lugar y logró desarmar y detener a los dos hombres, quienes resultaron ser el suboficial 1º Julio Gamarra y al suboficial Ayudante Jorge Romero, ambos asignados a la comisaría 1ª Metropolitana. Los policías fueron detenidos debido a los actos violentos.
En todos los casos se van a instruir sumarios, pero los daños ya fueron causados a terceros. Tal vez el más grave fue el ocurrido en la ciudad de Altos, donde el suboficial Fariña cometió intento de homicidio y desde la misma comisaría se trató de ocultar el caso.