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La investigadora del Ministerio Público cuenta con unas imágenes de circuito cerrado que muestran a Javier Brizueña Leiva, principal sospechoso del feminicidio de Gloria Andresa Gamarra (25), reuniéndose con dos efectivos policiales de la Comisaría 7ª de Ñemby en el Bingo Guaraní.
La cita, según la fiscala, se habría dado entre el 3 y el 4 de mayo. Coincidentemente, Gloria Andresa Gamarra, quien desapareció el 1 de mayo, fue hallada muerta y enterrada de cabeza en un predio baldío de la ciudad de Itauguá.
Según confirmó el propio comisario de la 7ª, Inocencio Arrúa, la reunión se habría dado horas antes de que la mujer fuera hallada muerta. El jefe policial justificó el hecho diciendo que no contaban aún ni siquiera con el apellido del sospechoso y que este no tenía orden de captura en ese momento, pues todavía Gamarra era considerada una persona desaparecida.
Arrúa fue reemplazado esta tarde por orden del director de la Policía de Asunción, Édgar Agustín Meza. El nuevo comisario de la 7ª es Rafael Colmán Colmán.
¿Lo dejaron ir?
Pero la agente fiscal tiene otra teoría mucho más grave: cree que los uniformados dejaron escapar al sospechoso. Fátima Capurro contó que se constituyó en la comisaría 7ª hoy para pedir el libro de novedades al comisario y determinar si efectivamente los policías habían conversado con el sospechoso Javier Brizueña en las inmediaciones del Bingo Guaraní y luego lo habrían dejado ir.
Al ver el libro la fiscala confirmó que efectivamente figura que la patrulla y los dos efectivos policiales salieron ese día y a esa hora de la comisaría, y son los mismos que aparecen en un video conversando con el sospechoso.
La fiscal criticó que los intervinientes no le hayan informado del procedimiento que realizaron o de que dieron con el sospechoso, cuando en estos casos tienen la obligación de comunicarse telefónicamente con la fiscala de turno.
“Constan la patrullera y los intervinientes, pero no consta que se se constituyeron en el Bingo Guaraní y tampoco informaron en forma verbal a su superior de la situación, mucho menos al Ministerio Público”, afirmó la agente.
La investigadora añadió que si bien es cierto que Brizueña aún no tenía orden de detención en ese momento, sí tenía orden de búsqueda, porque aún se hablaba de una desaparición de persona. “Ellos mínimamente estando nosotros de turno deben llamarnos y preguntarnos qué hacer. No les costaba nada, o en todo caso debían llevarlo seis horas a la comisaría, ya que ellos pueden hacer eso. Sinceramente dejaron que se escape el sospechoso”, reconoció la fiscal Capurro.
La agente también remarcó que los efectivos policiales no pueden alegar desconocimiento de que se estaba buscando al sospechoso, pues la fiscala remitió informes para que se cite a testificar a Brizueña.
“Tenían que estar informados, en su propia comisaría obraba ese pedido de informe. No me pueden decir que no sabían”, criticó la agente.
Afirmó que los policías se exponen a ser imputados por obstrucción a la investigación penal, pero que esa causa sería llevada por otro agente del Ministerio Público en forma paralela
En tanto, Javier Brizueña Leiva está con orden de captura internacional, imputado y en rebeldía. “Solo esperamos que sea aprehendido, ejerza su defensa y se someta a la justicia”, dijo la fiscal, quien ya pidió informe a través de Migraciones y no figura que el hombre haya salido del país, aunque esto no es garantía de certeza pues pudo haber salido en forma clandestina, dijo la investigadora.
Mañana jueves la fiscal Capurro hará una denuncia formal sobre los hechos descubiertos.