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La especialista Juana Caballero enseña desde su espacio en la Expo que solo un poco de ingenio y creatividad bastan para tener una huerta propia. Para ello, según explica, se pueden utilizar recursos como zapatos viejos, recipientes reciclados, zapatos de goma, caños viejos y envases de aceite. “Todos los recipientes deben tener orificios por donde se escurra el agua en exceso, para evitar tener problemas con las raíces”, acota.
El proyecto surgió hace al menos 15 años, luego de recibir una serie de visitas, tanto de zonas urbanas como hiperurbanas, en su mayoría provenientes del exterior. En tanto, hace más de 6 años presentan en la Expo hortalizas en pequeños espacios, una forma de compartir sus conocimientos sobre cómo cultivarlas incluso en juguetes de plástico o maderas recicladas.
Las personas que deseen iniciarse en la actividad deben buscar cualquier elemento que puedan reciclar, con al menos 10 centímetros de altura, y acercarse a la Dirección de Extensión Agraria, ubicada en San Lorenzo –frente a la Facultad de Economía–. En ese espacio, disponen de una huerta de entrenamiento donde el público en general –niños, jóvenes, estudiantes y productores, inclusive– aprenden cómo realizar una huerta… y lo que no se debe hacer también.
Caballero recomienda combinar las hortalizas con plantas aromáticas y medicinales, ya que las mismas sirven de repelente para espantar los posibles insectos que eventualmente raspan, comen o chupan las hortalizas. Al respecto, citó la ruda, el romero, las plantas de ajo y el cedrón.