Los sanitarios definieron estos “eventos masivos” como aquellos hechos que pueden “significar un riesgo o daño para la población”, y que suceden en lugares de “mucha concentración de personas”, explicó la doctora Águeda Cabello, directora de Vigilancia de la Salud del MSP.
El plan contempla el control de alimentos, agua e instalaciones sanitarias, así como el control de vectores, la vigilancia epidemiológica y la regulación de los servicios de salud y emergencia, especialmente en el manejo de casos y el traslado de pacientes.
Para la revisión del plan, las autoridades contaron con el asesoramiento del médico brasileño Walderson de Oliveira, que compartió sus experiencias en la atención sanitaria en eventos masivos como la Jornada Mundial de la Juventud con el papa en 2013 o el Mundial de Fútbol de 2014, ambos celebrados en Brasil.
La propagación de enfermedades transmisibles, como las respiratorias agudas o las infecciones gastrointestinales a raíz del consumo de alimentos en mal estado o agua contaminada, así como los accidentes por traumatismo o lesiones, forman parte de los riesgos en este tipo de eventos, según Cabello.
Se contempla además el “riesgo latente” de propagación de otras enfermedades circulantes en la región aunque sin casos confirmados en Paraguay, como el caso del sarampión, que registra un brote en Chile con al menos cinco casos confirmados, o el virus Zika, del que ya se detectaron al menos 16 afectados en el vecino Brasil. El virus Zika es transmitido por el mismo mosquito que el dengue y el chikunguña, enfermedades que afectan en Paraguay a un total de 8.833 personas para el dengue, y 1.362 en relación con el chikunguña, según los últimos datos del MSP, divulgados a finales de mayo.
Además de estas enfermedades, el Ministerio de Salud se prepara para dar respuesta a eventuales accidentes químicos, radioactivos o incluso por armas biológicas, cuyo riesgo “es bajo” pero “no se debe descartar”, según las autoridades.
Por su parte, la comisión organizadora de la visita papal informó hoy que continúa con los trabajos de capacitación para los voluntarios que prestarán apoyo sanitario durante la visita papal. Estos voluntarios, todos ellos profesionales o estudiantes de Ciencias de la Salud, recibieron formación acerca de la inmovilización y el traslado de pacientes, o la estrategia de acción a seguir en puntos como el parque de Ñu Guasú, donde el pontífice oficiará una misa que espera reunir a 1.800.000 fieles.
Este será uno de los actos multitudinarios previstos en la visita del papa Francisco, junto con la peregrinación a la basílica de Caacupé, el principal centro de la devoción mariana en Paraguay, el próximo 11 de julio. Francisco es el segundo papa que visita el país suramericano, tras la estancia de Juan Pablo II en 1988, cuando Paraguay estaba regido por la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).