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En días más, miles de niños y adolescentes reinician las actividades escolares, por lo que Clara Izcurdia, instructora y coordinadora del consultorio del Servicio de Podología del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, comentó algunas recomendaciones para los padres a la hora de adquirir los calzados que acompañarán a sus hijos durante todo el año académico.
"El zapato debe ser acorde al pie del niño, es decir, medir muy bien el ancho y el alto del empeine del pie y que los dedos no queden comprimidos en la punta. Al momento de la elección debemos revisar el interior del calzado, que sea un interior suave que no tenga costuras, ni plantillas marcadas, porque si la plantilla ya tiene un arco y resulta que nuestro niño tiene ya un pie plano, esa plantilla le va provocar dolor al no estar diseñada específicamente para ese pie plano", explicó la profesional.
Agregó que lo ideal sería que cada plantilla que contenga realce, arcos o cualquier modificación esté indicada por el profesional correspondiente. "No pueden ser estándar porque no todos los pies son iguales. Y en el caso de niños sanos, revisar las uñas y que el calzado no comprima los dedos porque si eso ocurre podría provocar la aparición de uñas encarnadas o callosidades, ocasionando molestias o dolores".
Destacó la importancia de consultar previamente con un podólogo para una evaluación que determine el tipo de calzado más acorde para cada niño, ya que "no todos los chicos, por más que tengan el mismo calce, tienen el mismo pie", sostuvo.
Izcurdia señaló que al momento de elegir un zapato debemos tener en cuenta que sea flexible, con buen acolchamiento en la zona de la suela y sobre todo que estas sean resistentes y de calidad, para evitar lastimarse accidentalmente al pisar algún objeto cortante.
Citó el cuero –en lo posible– como uno de los materiales adecuados, además que sea absorbente de sudor y el uso de medias de algodón, evitando las de elastano o licra, ya que estas no absorben el sudor del pie, dando paso a la aparición de hongos pédicos.
Por otra parte, es importante hablar de las recomendaciones dirigidas a todos, pero muy especialmente para aquellos niños que presenten diabetes tipo I, que requieren de un mayor control y cuidado de los pies, sobre todo evitar lastimarse. "Una vez que la diabetes aparece, ese pie se convierte en un pie de riesgo, entonces hay que tratarlo como zapatilla de la cenicienta", reiteró.
En esos casos, se requiere no solamente de un redoble especial en el tipo de calzado a utilizar, sino fundamentalmente en el control periódico y la revisión constante de un especialista podólogo que le indique al paciente como cuidarse las uñas, o ante cualquier síntomas acudir inmediatamente a consultorio; ya que todo lo que se haga en pro de la prevención evita problemas futuros.
Manifestó que todos aquellos pacientes que tengan problemas de pie, deben pasar primeramente por Podología para una evaluación y posterior derivación si amerita el caso. El servicio ofrece consultorio los martes, miércoles y jueves, de 7:00 a 11:00. Las consultas pueden agendarse vía call center al (021) 585730 – (021) 585521 – (0961) 663545 o por ventanilla.