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Guggiari se mostró molesto con Petropar y con su presidenta, Patricia Samudio, porque consideró que la decisión del Gobierno de no alzar ni anunciar el aumento del precio del diésel es una “tema popular” y rechazó la versión de que el Estado “compró mejor” cuando el precio del petróleo a nivel internacional estaba mas barato.
El presidente de Asociación de Propietarios y Operarios de Estaciones de Servicios y Afines indicó en conversación con la 98.5 ABC FM que “el Estado (Petropar) nunca va a ser más competitivo que los emblemas privados” y lamentó que el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) no aplique una fórmula en la que a cada final de mes se establezca un precio proporcional del diésel.
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Consultado sobre la libre competencia que permite a cada emblema fijar los precios del diésel, respondió que Petropar es una suerte de regulador porque posee el 12% del producto en el mercado y que eso ya le permite “regular de alguna manera”. Lamentó que “los clientes (de los privados) migren hacia Petropar”.
Dijo que esto eliminará puestos de trabajo en las empresas privadas y que eventualmente los clientes de los emblemas privados pasarán a la estatal para conseguir mejor precio. “¿Cómo se le va a estar jugando al consumidor de decirle que va a subir (el precio del diésel) pero no se le dice cuánto ni cuándo? ¿No parece una ofensa a la ciudadanía?”, se preguntó.
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Guggiari pidió “respeto” a las empresas privadas que invirtieron y abogó por la fórmula que permita fijar el precio del diésel a fin de mes. En ese sentido, aseguró que el costo del combustible debe subir G. 600 por litro —como ya lo hizo el emblema Puma Energy— pero reconoció que esta será una medida impopular y sugirió que el aumento se haga de forma escalonada, en G. 200 por mes.
“(El precio del diésel) debe subir entre G. 200 y G. 300 por litro, con la promesa que se revise cada dos meses (...)”, sostuvo.
Por último, reconoció que existen más estaciones de servicio en el país de las que se necesita. Habló de unos 2.000 servicentros, cuando solo se necesita un tercio, es decir, poco más de 600. Recordó la ley que establece que cada uno de ellos debe estar a al menos un kilómetro de distancia, pero dijo que esto es “letra muerta” en el país.
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