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La alta funcionaria de la entidad bancaria comenzó aclararando que hay dos tipos de fraudes distintos: El primero es el denominado "skimming" en el sistema financiero, que consiste en la subrepticia colocación de un dispositivo en los cajeros, que logra captar datos de la banda magnética de las tarjeras de débito, y también una pequeña cámara para poder ver el pin o contraseña del usuario.
Añadió que cuando sucede esto, el banco hace funcionar sus alertas de seguridad que le revelan que hay tal dispositivo, que es retirado y –por precaución– bloquea preventivamente todas las tarjetas de débito que hayan pasado por ese cajero ese día y días anteriores a la alerta. Acotó que después de que se quita el dispositivo la gente puede volver a usar tranquilamente la máquina.
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“Es importante que se entienda que el bloqueo es por precaución. Nosotros no podemos saber cuáles son las tarjetas cuyos datos el defraudador logró capturar, entonces, para mayor seguridad lo que hacemos es bloquear preventivamente”, indicó Torrens.
Afirmó asimismo que en el caso de que una tarjeta de débito haya pasado por un cajero donde estuvo instalado el dispositivo fraudulento, y hubo una transacción que el titular no reconoce, el banco realiza la devolución de esa extracción.
“La recomendación para el caso de “Skimming” es que cuando el usuario va al cajero siempre cubra con su mano el lugar donde está digitando su pin, de manera que por más de que haya un dispositivo, este no logra capturar la contraseña.
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Consultada sobre las supuestas llamadas funcionarios del banco, pidiendo al usuario realizar algunos procedimientos raros, señaló que desde esta semana Itaú ya no tiene denuncias de este tipo. No obstante, dijo que la entidad logró comprobar, en todos los casos, que los defraudadores estaban ingresando al sitio web de una persona que tenía una "contraseña débil".
Agregó que para el banco una contraseña es débil cuando se trata del número de cédula del titular, su fecha de nacimiento o número de celular, que el defraudador puede llegar a descifrar.
“Nosotros, viendo que la gente estaba siendo vulnerada, desde el sábado pasado ya no se pueden activar pines de transacción en el cajero, sino solamente en nuestras sucursales, donde podemos verificar quién es la persona, y ya no hubo nuevos casos”, aseguró.
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Preguntada qué hacer cuando uno recibe una de esas supuestas llamadas, contestó: “El primer tema que la persona tiene que saber es que de Itaú nunca le va a llamar a pedir su clave, ni le va a indicar qué hacer".
Añadió que si una cliente recibe una llamada pidiéndole hacer algo, le puede contestar que le va a devolver la llamada, y –acto seguido– llamar al 617-1000, que es el número oficial de call center del banco, o a los números de las agencias y de las sucursales.