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El pasado 9 de agosto, durante una formación, el subteniente Diego Cabañas roció con agua caliente de un termo a los cadetes Lidio Galarza, Blas Centurión, Eduardo Pereira, Milciades Aedo y otros dos jóvenes cuyos apellidos son Díaz y Ruiz. Ocurrió en el Colegio Militar de Suboficiales del Ejército (Comisoe), en Itapúa, y este hecho fue admitido por el propio comandante de la institución, Aldo Bachem.
A raíz de este hecho, ayer, el diputado Ramón Duarte, miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, remitió una nota pidiendo un informe al respecto, dirigida al presidente Horacio Cartes, en su condición de comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación.
Solicitó toda la información referente al caso, con especial mención de la situación de salud de los involucrados, las medidas que fueron tomadas con respecto al subteniente Cabañas y consultando si se inició una investigación en el ámbito de la Justicia Militar.
Según había informado el comandante Bachem, Cabañas está bajo arresto por 30 días, “con perjuicio en sus funciones”, y el hecho ya pasó a la Justicia Militar. La prensa no pudo tener acceso aún a información sobre la salud de los mismos, por una prohibición del comandante.
El hecho fue detectado recién el viernes 11, porque, como regla, se ausculta a todos los cadetes que salen de franco, al igual que cuando vuelven de sus casas los lunes, para verificar si tienen en el cuerpo algún hematoma o herida.
El Comisoe está ubicado en el km 355 de la ruta N° 1 “Mariscal Francisco Solano López”, en la jurisdicción de la localidad de San Juan del Paraná. Cuenta con 280 aspirantes del 1º curso y no hay cadetes del 2º curso, informó Bachem. Indicó que hay allí soldados que cumplen el servicio militar obligatorio y funcionarios.