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Integrantes de varias organizaciones de trabajadoras, incluidas indígenas y campesinas, caminaron desde la Costanera hasta la Plaza de Armas, frente al Congreso Nacional, donde esperan la finalización de la votación.
La Ley de Paridad Democrática busca establecer una política de cuotas que garantice la misma presencia de hombres y mujeres en las listas de los partidos, así como en el Congreso y en otros cargos políticos y administrativos.
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Su aprobación en el Senado representa solo el primer paso y su tratamiento el 8 de marzo tiene un matiz simbólico que no se traducirá en una aplicación inmediata, ya que después tendrá que pasar por la Cámara de Diputados. El Senado puede darle “tratamiento urgente”, por lo que Diputados debería tratar la cuestión en un plazo máximo de 15 días, pero la ley no se aplicaría hasta las elecciones municipales de 2020. Eso significa que la composición de ambas Cámaras que resulte de las elecciones del 22 de abril de 2018 no tendrá que atenerse a lo establecido en la Ley de Paridad Democrática.
"Basta de muertes y maltratos, de que cada semana muera una mujer por casos de feminicidio por falta de acciones de las instituciones del Estado y la mayoría de los casos queda impune, como los casos de niñas violadas o en proceso de trata de personas e incluso hasta en estos tiempos viviendo en esclavitud y violencia bajo la carátula de criadas, despojadas totalmente de todos sus derechos y violentadas en todo sentido", señaló Ana Selva Trinidad, del Movimiento Campesino Paraguayo.
La formación opositora de izquierdas Frente Guasu emitió hoy un comunicado en que anuncia que toda la bancada, integrada por cinco senadores, dará “el pleno apoyo” a la Ley de Paridad Democrática este jueves. El Frente Guasu manifestó en ese documento que el tratamiento de esta ley es “una deuda pendiente ante la desigualdad de género de Paraguay” y apostó por seguir avanzando en “cambios estructurales para lograr una sociedad más justa, igualitaria e incluyente”.
Paraguay es uno de los países que se sumarán el 8 de marzo a la Huelga Mundial Feminista, en la que se invita a las mujeres a “parar” en su trabajo, pero también en la educación, los cuidados o el consumo, a modo de protesta contra la desigualdad y la discriminación. Además del paro, también se celebrará una marcha conmemorativa en el centro de la ciudad, como las que se repetirán en otras ciudades del mundo.