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Torres Fernández fue sorprendido por una comitiva policial y de guardaparques en plena reserva natural cuando estaba a punto de sacar un cargamento de rollos de diferentes especies.
Según los datos, en poder del detenido fueron encontrados un enorme camión de la marca Scania de color blanco que estaba cargado con 17,5 metros cúbicos de rollos de madera, un tractor de la marca New Holland además de un pitogue (remolque de dos ruedas que sirve para trasportar madera en el monte).
Torres Fernández es un conocido traficante de rollos que tala sin problema añosos árboles del Parque Nacional Caazapá de 16 mil hectáreas y nunca fue detenido por los encargados de cuidar la reserva, especialmente por los funcionarios guardaparques de la Secretaria del Ambiente (Seam).
Es un secreto a voces en Tava’i que él ahora encarcelado tenía la protección de los efectivos policiales de la zona y especialmente de los guardaparques.
Según la fiscal de medio ambiente de Caazapá Mirtha Leiva, Torres Fernández, declaró que él tenía permiso de uno de los guardaparques que se encuentra en la compañía Apepú para ingresar a talar la madera.
La agente fiscal dijo que tiene identificado al funcionario mencionado por el detenido, pero que está investigando y que solamente es la palabra de Torres contra el guardabosques.
Llamativamente, Torres Fernández cuenta con un aserradero habilitado legalmente en la ciudad de Tava’i , una comunidad que está en medio de dos reservas naturales como el Parque Caazapá y la cordillera de San Rafael.
La ley 716 que castiga el delito contra el medio ambiente establece el comiso de todos los elementos utilizados para la comisión del crimen y su posterior remate.
Varios pobladores de Tava’i al ser consultados sobre la detención de Torres Fernández indicaron que es la primera vez que el hombre cae en redes de la justicia y que en dicha ciudad se rumorea que dejó de pagar la cuota correspondiente a los guardaparques.
La fiscal Leiva expresó su satisfacción porque el juez Claudio Villalba, de San Juan Nepomuceno, haya decretado la prisión del detenido, debido a que en libertad puede influenciar en los testigos y funcionarios que realizaron el procedimiento para su detención, quien en el momento estaba con varios empleados suyos, pero estos se escaparon del lugar.
Se cree que Torres Fernández se quedó en el lugar con el objetivo de "negociar" con las autoridades, pero que le salió mal y fue a parar a la cárcel.