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En conversación con ABC Color, Jorge Galeano, padre del niño atacado, detalló que ayer luego de retirar al niño de la escuela lo dejó en la vivienda de su madre; generalmente, lo deja en la vivienda de su suegra, precisamente por la presencia de los perros que pertenecen a sus hermanos Vidal y Carolina Galeano.
El padre explicó que ocasiones anteriores intentó convencer a su madre de que la casa era inapropiada para tener perros de ese tipo, teniendo en cuenta que había niños; sin embargo, los animales permanecieron en el lugar y ocurrió lo que tanto temía: la tarde de ayer, cuando el menor salió al patio compartido fue atacado salvajemente, según vecinos que lograron auxiliarlo.
“Él tiene como siete puntos en la frente y en la oreja izquieda; tuvo una mordida de casi 3 centímetros de profundidad. Estuvo a un centímetro de alcanzarle la arteria carótida del oído izquierdo; si le alcanzaba hubiese perdido la audición y la movilidad facial del lado izquierdo. También tiene varias contusiones en el pecho”, detalló.
Galeano explicó que el proceso de recuperación duraría al menos tres meses. Ahora inicia un tratamiento para descartar todo tipo de posibilidades que pongan en riesgo la vida del niño, ya sea de golpes internos u otros. “Los doctores tienen temor que por tratarse de una mordida en zona de la cabeza, las bacterias puedan entrar y transmitirle rabia, que en el caso de un chico puede ser mortal”, reconoció.
El padre responsabilizó de forma directa a sus hermanos, como propietarios de los animales, y prometió llevar el caso a las instancias judiciales, ya que afirma contar con varios testigos del hecho, en su mayoría vecinos que ya habían manifestado su preocupación por la presencia de estos perros en el barrio y la poca protección puertas para adentro.
Según Galeano, sus hermanos hasta el momento no han hecho entrega a los médicos del carnet de vacunación a fin de facilitar la tarea y de esa manera descartar posibles infecciones; por ello considera que detrás de la negativa se escondería el hecho de que no tienen tales certificaciones y, por ende, no serían perros vacunados.
Dijo además que los tíos llevaron al niño hasta el hospital, pero luego de eso no mantuvo contacto alguno con ellos. Por tanto, el padre pide que colaboren en lo que respecta a la salud de su hijo, aunque recalcó que por la gravedad del hecho está decidido a llegar hasta las últimas consecuencias.