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En el quinto día de la huelga, la pérdida para las empresas con bandera paraguaya es de aproximadamente G. 2.000 millones (unos US$ 470.000 al cambio), según dijo Ricardo Fustagno, presidente de la Cámara Paraguaya de Transporte Internacional Terrestre (Capatit), en declaraciones a ABC Color.
Esto, teniendo en cuenta que la medida de fuerza afectó a unos 8.000 pasajeros a la fecha y que cada pasaje cuesta G. 250.000, detalló Fustagno, propietario de la empresa Nuestra Señora de la Asunción (NSA). El empresario mencionó que si la huelga se daba en temporada alta, las pérdidas se habrían triplicado.
La Capatit aglutina a 20 empresas paraguayas de transporte de larga distancia, entre ellas NSA, La Santaniana, Sol del Paraguay, La Yuteña, La Encarnacena y La Guaireña, por citar algunas. En tanto, las de bandera argentina que operan en el país son siete, según comentó el director interino de la Terminal de Ómnibus de Asunción (TOA), Carlos Miranda.
Por el momento, ninguno de los ómnibus sale del TOA ni de la estación de Retiro en Buenos Aires, luego de que buses paraguayos fueran atacados a pedradas en piquetes de Formosa y Santa Fe. Los colectivos tuvieron que volver a Asunción.
“Hasta que no se levante la medida allá, no vamos a arriesgar ni a los pasajeros ni a nuestros trabajadores”, refirió Fustagno.
Mientras, la Terminal de Asunción dejó de percibir más de G. 4 millones en concepto de uso de base desde que comenzó la medida de fuerza, refirió Miranda.
Tanto empresarios del transporte como pasajeros afectados están expectantes del resultado de la reunión que se lleva a cabo ahora en Buenos Aires entre representantes del Gobierno y de los huelguistas, con el objetivo de levantar la huelga.