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Luego de la sesión de este jueves, el senador Paraguayo Cubas fue hasta su oficina y abrió la puerta de una patada. Cuando fue cuestionado por ese actuar dijo que lo hizo porque no tenía la llave. Su oficina se encuentra en la zona que está siendo aún refaccionada, por la quema del Congreso que ocurrió el año pasado, y por la que precisamente está acusado el senador junto con una veintena de personas.
Cuando le reclamaron quién pagaría por la reparación, dijo que él ya hizo un préstamo para poder solventar todos los gastos de refacción de su despacho porque no quiere esperar a que culminen las obras que impulsa la aseguradora. “Porque no tengo oficina y quiero recibirle a la gente, y yo merezco una oficina, como los 44 otros senadores 'ha che ndarekoi' (y yo no tengo)”, agregó.
Cuando los periodistas le refutaron indicando que no es el único parlamentario que aguarda a que culminen las obras para tener una oficina, él respondió que hay gente impaciente como él, “que sí trabaja”, y por ello necesita un lugar donde hacerlo.
Visiblemente enojado por las consultas de la prensa, que le cuestionaba haber dañado parte del edificio del Congreso Nacional por no esperar, respondió que él no va a aceptar la burocracia de los chupamedias y que “va a haber nuevas reglas” con él en el Congreso.