Velázquez dijo en un discurso ofrecido ante el presidente Horacio Cartes y otras autoridades en la Cámara de Diputados que “solo” desde el reconocimiento de los “errores” del partido Colorado se pueden “suturar definitivamente las heridas y cerrar un ciclo trágico”.
Paraguay vivió la dictadura más larga de Latinoamérica. Entre 1954 y 1989, Stroessner, militar de carrera, dominó la Asociación Nacional Republicana (ANR) o Partido Colorado, utilizándolo de base social para mantener su poder.
“Hoy se hace necesario que los partidos históricos reconozcamos que en algún momento de nuestra historia fuimos cómplices de regímenes arbitrarios, autoritarios, o de aventureros”, manifestó Velázquez.
Tras la caída del dictador el 3 de febrero de 1989, por un golpe de Estado perpetrado por su consuegro, Andrés Rodríguez, el Partido Colorado ganó todas las elecciones democráticas hasta la victoria en 2008 del obispo Fernando Lugo, quien lideró una coalición de movimientos sociales con el eterno opositor Partido Liberal.
Lugo fue destituido cuatro años después por el Parlamento en un controvertido juicio político.
“El Partido Colorado a lo largo de la transición ha ido profundizando su compromiso con los valores de la democracia: En este sentido el punto de inflexión fue la alternancia, el traspaso de mando de un partido a otro distinto sin dramas, sin crisis institucionales y sin una gota de sangre derramada”, añadió Velázquez.
El dirigente colorado dijo que el Estado debe sustituir “el modelo agroexportador sin responsabilidad social por otro que acoja los justos reclamos campesinos, haciendo cumplir las leyes sancionadas, mejorando la recaudación fiscal e integrando a los campesinos al negocio agroganadero”.
El ministro de Hacienda, Germán Rojas, dijo a Efe que los 25 años de democracia “muestran una voluntad decidida del ciudadano a apostar por este modelo”.
El primer presidente civil de la democracia paraguaya, Juan Carlos Wasmosy, gobernante entre 1993 y 1998, dijo hoy a los periodistas tras la ceremonia que la transición “fue difícil”, pero que dio como resultado el “saneamiento financiero consolidado”, la institucionalidad de las Fuerzas Armadas y el ordenamiento jurídico acorde a la nueva Constitución de 1992.
La líder de la bancada colorada en la Cámara de Diputados, María Cristina Villalba, calificó de “gesta histórica” el golpe de Estado de Rodríguez y destacó la importancia de su partido en la historia de Paraguay.
Villalba declaró a los periodistas que es un “momento importante” para que los paraguayos trabajen para poner fin al “problema social que existe en la república, y que sea un modelo de ir desatando esa opresión que todavía se siente en el Paraguay profundo”.