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La abogada Deborah Huczek, quien maneja el caso, relató el caso de Serafina López, una paraguaya asesinada el 14 de noviembre de 2014 en la villa 31 de Buenos Aires, por haber desafiado a Cosme Báez, señalado como un narco de 28 años de edad, quien matenía relaciones con una de las hijas menores de la mujer.
El diario La Nación de Argentina recogió esta semana la historia, considerando que Báez, actualmente con prisión preventiva, será juzgado ante el Tribunal Oral de Menores N° 3 el próximo 10 de agosto, acusado de homicidio agravado. En contacto con ABC Cardinal, Huczek mencionó que la paraguaya había viajado a la Argentina junto con sus dos hijas, una de 11 y otra de 16 años, para trabajar en los servicios de limpieza. Tras hacerse de algo de dinero, consiguió una casa en la villa 31 y pudo pagar clases de inglés para su hija menor. “Es ahí donde la hija de 11 años conoce a un capo del narcotráfico, dentro de la villa, y sentía una especie de atracción parental, como un protector, un sustituto paterno”, detalló.
Mencionó que al evidenciarse el “trato especial”, Serafina abiertamente se opuso a la relación, “pero ya era imposible evitar. Ella se escapaba del colegio, de las clases de inglés, y la situación se tornó tensa”, mencionó la abogada. Llegó un momento en que las dos hijas de la mujer huyeron de la vivienda, por lo que la madre realizó una denuncia por paradero desconocido. “Posteriormente, descubrió que ambas estaban cautivas en una vivienda de la villa 31, alquilada por este sujeto Báez Cosme, quien juró que si no retiraba la denuncia la mataría.
“El hombre se subió al techo de la vivienda junto con dos menores, que también estaban armados, y la increparon: 'Si no retirás la denuncia, te mato', le decía. Serafina no se arredró; al contrario, enfrentó a Báez y le exigió que dejara de ver a la chica”, relató Huczek a La Nación de Argentina. La situación empeoró cuando se descubrió que el hombre ya mantenía relaciones íntimas con la menor de 11 años. “Serafina fue e hizo la denuncia por violación y siete días después este sujeto concretó la amenaza: junto a otros menores la mataron cuando estaba durmiendo en su casa”, detalló.
Mencionó que el crimen se concretó inclusive con la participación de las dos hijas de la víctima, “porque Serafina ya era un estorbo en la relación de esta menor con el narcotraficante. También participaron varios otros menores, quienes irrumpieron e inclusive realizaron el disparo”, agregó. La hija de 16 años relató que fue un primo suyo junto a su novia quienes se encargaron de matar a la mujer de un balazo en la cabeza. Las niñas se encargaron de abrirle la puerta a Báez y los niños a quienes usaba como “sicarios”. “Todo esto que estoy contando es lo que da cuenta la investigación”, recalcó la abogada en contacto con Cardinal.
Luego de perpetrar el crimen, el hombre huyó nuevamente con la menor, a quien mantuvo en cautiverio por más de un mes, hasta que la Policía pudo dar con su paradero. “Fue encontrada en pésimas condiciones, inclusive con la misma ropa con la que había sido secuestrada (el día en que mataron a la mamá)”, refirió. Huczek señaló que “la mamá dio la vida por su hija y esto es literalmente”. Indicó que el narco sigue detenido, pero con respecto al paradero actual de la pequeña, “no sabemos tampoco dónde está”.
La profesional confirmó que Cosme Báez no inició su “carrera” criminal en Argentina, ya que ya contaba con una orden de captura por un hecho de homicidio en Paraguay. “Era un reincidente; evidentemente ingresó a la Argentina violando los controles migratorios y también tenía una condena por tenencia de drogas”, detalló. Mencionó que a la par del proceso por la muerte de Serafina, “hay un pedido de extradición desde Paraguay concreta que se está tramitando. Potencialmente se le podría dictar prisión o reclusión perpetua”, estimó, al tiempo de recalcar que “nuestra idea es que cumpla la condena aquí (en Argentina)”.
La abogada mencionó que reflota esta historia debido a que los familiares de Serafina temen que el hombre sea beneficiado con algún recurso judicial. “Tienen miedo de que sea extraditado a Paraguay; este sujeto se vale de menores para cometer los delitos”, reafirmó. Sobre el proceso judicial a las hijas, mencionó que la menor de 16 años también “está procesada por haber intervenido en el homicidio de su madre”, mientras que la niña de 11 -pese a ser “promotora del homicidio de su mamá”- fue sobreseída de la causa y actualmente “no sabemos dónde está porque realmente el Estado no se hizo cargo de la salud y el bienestar psicológico de la chica”, insistió.