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Édgar Melgarejo, presidente de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), se refirió al suceso registrado la tarde de ayer, cuando una aparente narcoavioneta fue detectada por radares argentinos en la zona fronteriza. Al tratarse de un vuelo totalmente irregular, aviones militares del vecino país la interceptaron, lo que derivó en una persecución.
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Finalmente, la avioneta sospechosa huyó cruzando hacia el lado paraguayo e internándose en la zona de Ñeembucú. Hasta la fecha, no hay siquiera pistas sobre el paradero de la misma.
Con respecto a los últimos informes, Melgarejo mencionó que actualmente hay una serie de intervenciones en busca de la aeronave. “Hay allanamientos múltiples en Ñeembucú (…) En este momento sigue la pesquisa; están haciendo allanamientos en la zona donde se presume que pudo haber aterrizado o tuvo un percance”, mencionó.
El titular de la Dinac reconoció que las autoridades paraguayas poco pudieron hacer para apoyar a sus pares de Argentina, debido al deficiente equipamiento y un marco legal que impide derribar los narcoaviones. La legislación local actual solo permite obligar a los aviones a aterrizar luego de ser interceptados en vuelos irregulares.
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Melgarejo aprovechó este último evento para mencionar que el Paraguay necesita contar con una ley que le permita derribar las aeronaves irregulares. “Tenemos que tener ley de derribo; nosotros no tenemos”, refirió.
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Aclaró que la Argentina tampoco cuenta con una normativa de esta naturaleza, pero sí Brasil. “Tenemos que derribar los narcoaviones. El año pasado tuvimos un evento donde una aeronave sobrevolaba el Chaco y le siguieron pero no podían derribarla. Nuestros aviones militares no le pudieron alcanzar y se escapó”, comentó, para luego aclarar que los aparentes narcos pudieron huir debido a que las aeronaves de las FF.AA. quedaron sin combustible, mientras que las de los criminales usualmente cuentan con un tanque adicional para soportar más tiempo en el aire.
El titular de Dirección Nacional de Aeronáutica Civil insistió en que el Congreso debería reactivar la discusión en torno a la ley de derribo. Mencionó que en un primer momento la propuesta fracasó debido a que “siempre era una tendencia la importancia de la vida contra el delito del narcotráfico”.
Reafirmó, sin embargo, que “no podemos permitir que se vulnere nuestra frontera. Así como los policías pueden abatirle a un ladrón, por qué no podemos echar un avión”, ratificó.
El presidente de la Dinac mencionó que actualmente no hay dinero para equipar con más radares el sistema de seguridad aérea local. “No tenemos luego plata para comprar tantos radares, pero tenemos ya radares primarios y secundarios en Alto Paraná y Concepción. Tenemos tecnología avanzadísima en Concepción, que es una zona muy sensible para nosotros, porque por ahí entran los aviones surtidos de la zona de Bolivia”, apuntó.
Los llamados radares primarios son aquellos capaces de detectar cualquier momento en un espacio aéreo determinado, ya sean vuelos regulares o irregulares. A su vez, los secundarios solo pueden detectar aeronaves que emitan señales, es decir, se limitan a seguir los vuelos convencionales o legales.