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Según el calendario budista, se conmemora el 2.562 aniversario del nacimiento del Buda Sakyamuni -Vesak-. Por ese motivo se realizó esta mañana una ceremonia, que involucró el ritual del baño al pequeño Buda, con agua perfumada pura, cuyo simbolismo tiene que ver con purificar cuerpo y mente, y así cultivar la compasión budista en acciones, palabras y pensamientos, al tiempo de promover la paz, alegría y tranquilidad de la sociedad.
Previamente, fue la bendición a niños, y siguió el festejo del Día de la madre, para concluir con un almuerzo. Entre las personalidades presentes, la presidenta de la Asociación Budista Internacional en Asunción (BLIA, o Buddha’s Light International Association), Fany Fan, brindó un mensaje acerca de vivir con compasión, y resaltó la participación de los miembros jóvenes de la comunidad.
Destacó lo fundamental de practicar la paciencia, la tolerancia, y felicitó a la madres por su día, deseándoles que siempre tengan mucha paz, tranquilidad y salud. Luego se dirigió a los presentes el embajador de China-Taiwan Diego Chou, quien brindó su mensaje durante el momento principal del encuentro.
Resaltó la gran amistad existente entre su país y Paraguay, y su felicidad por asistir a la celebración del nacimiento del Buda Sakyamuni -Vesak- y Día de la madre. Destacó que ha notado que el budismo está bastante difundido en el país, lo cual considera un gran intercambio culural, que simboliza lazos de unión.
“La madre es la persona más importante para nosotros, es quien nos dio la vida y acompaña siempre; brinda amor, cuidados, enseñanzas. Es una felicidad tenerla y cuidarla, expresándole amor, acompañándola”, resaltó. Explicó que tanto su esposa cómo él ya tienen a sus madres en el cielo, y aún así ambos se sienten acompañados por ellas.
“Si nuestra mamá está en el cielo, igual nos acompaña en la mente. Nos guiará hacia el camino correcto, de progreso y prosperidad”, argumentó. Finalmente señaló: “Nuestros dos países se tratan con lealtad, amistad y confianza. Muchas gracias al Paraguay, que nos da su apoyo constante”.
Seguidamente, la maestra Jue Wen explicó en qué consiste la ceremonia del ritual del baño al pequeño Buda. Detalló que seguir sus enseñanzas tiene que ver con practicar la compasión, “así como respetar nuestros preceptos de vida diaria: la paciencia y la tolerancia. Esta ceremonia recuerda que debemos respetar y practicar las enseñanzas budistas, y este baño es para purificar nuestro interior. Todos somos el futuro Buda, para alcanzar nuestra budeidad”.
Durante el baño simbólico del Buda se pueden hacer tres votos: eliminar la maldad, fortalecer la bondad, practicar la felicidad y alegría para liberarse del sufrimiento. Resaltó además que son fundamentales el buen pensamiento, las buenas palabras, y las buenas acciones.