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Según explicó el magistrado especialista en temas laborales, el trabajo doméstico es un trabajo más, por lo que, siguiendo esa línea, sin dudas es injusto e incorrecto que las empleadas del hogar perciban un salario por debajo del mínimo universal.
Sin embargo, según Tadeo Zarratea, el aumento para el rubro doméstico debió haberse dado en forma escalonada, de manera de evitar problemáticas posteriores con la economía.
Según el especialista, un aumento sorpresivo podría repercutir en que se quedaran privadas del servicio doméstico muchas familias. “Esto se hizo sin estudio, así, de sopetón. Finalmente irá en contra de las empleadas”, resaltó el magistrado.
Para Zarratea, el problema del sueldo mínimo va más allá del sector de las empleadas domésticas, pues “existen numerosos trabajadores comunes que no ganan sueldo mínimo, no solo las domésticas. Debemos exigir de una buena vez que todos ganen el mínimo”, enfatizó el juez.