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Una serie de irregularidades fue detectada por técnicos de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) durante las verificaciones de obras realizadas en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNA. Así lo señala un informe al que tuvo acceso el diario ABC Color.
El contrato fue firmado en 2014 e incluía obras referentes a complejos de aulas, ampliación del departamento de recursos faunísticos, vallado perimetral, pavimento vehicular, muralla perimetral y varios otros puntos. Según revela Contrataciones Públicas, el contrato era inicialmente de G. 6.493.771.579 y fue adjudicado al Ing. Gustavo Alberto Frutos Enríquez. El monto fue ampliado de manera irregular el 17 de setiembre de 2014 por un monto de G. 1.298.753.829, sin que existiera un dictamen favorable de la Auditoría Interna, como lo exige la ley de Contrataciones Públicas.
En principio, el contrato tenía un plazo de 14 meses. Ya en agosto de 2015, el contrato fue nuevamente modificado por medio de otra adenda que amplió la vigencia del mismo y prorrogó el plazo de ejecución, algo que no fue comunicado a la DNCP para que su publicación. El informe señala además que “no se observaron documentos correspondientes a la orden de inicio ni a la recepción definitiva de las obras, por lo tanto no se puede precisar de manera efectiva la fecha de inicio y culminación de los trabajos”.
No se observan tampoco certificaciones de obras correspondientes a los trabajos realizados y aun así se pudo constatar que la Facultad de Veterinarias realizó el pago de la totalidad del contrato ya en abril de 2015, es decir, antes incluso de que se ampliara el plazo de ejecución del mismo. En total, la institución pagó G. 7.410.549.553.
Además de las irregularidades de procedimiento, varias fallas fueron encontradas en las obras ejecutadas. Por ejemplo, en el área de recursos faunísticos se colocó una puerta de madera con dimensiones menores a las establecidas. Por otra parte, las paredes en el interior y exterior de las obras construidas ya presentan fisuras; igualmente, no se observa el cimiento de piedra bruta que debía tener como base al muro construido, ya que éste fue realizado directamente sobre la viga de fundación.
Faltan más de 20 metros de muralla perimetral y, al momento de la realización de los controles, el vallado perimentral no se había siquiera construido aún. Tampoco se realizó el piso táctil relieve de goma correspondiente al rubro del pavimento vehicular y los cordones prefabricados poseen menor dimensión a lo establecido.
Los contratos y las ampliaciones fueron firmados cuando Juan Gualberto Caballero era aún decano de la Facultad de Veterinaria. Caballero era hombre de confianza y cercano al entonces rector de la UNA, Froilán Peralta. Ambos renunciaron a sus cargos como consecuencia de las protestas estudiantiles que se desataron debido al alto nivel de corrupción en la casa de estudios.