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Ayer martes el intendente de Itatí, Roger Terán, y el viceintendente, Fabio Aquino, habían sido detenidos por tener presuntos vínculos con el narcotráfico. También fueron detenidos jefes policiales de la región y familiares de políticos.
Según se presume, las autoridades eran partícipes de una banda que operaba en siete provincias argentinas.
Este miércoles, el portal digital del diario Clarín publicó que el padre Omar Cadenini, sacerdote argentino al frente de la Basílica de la ciudad, que había denunciado los vínculos del narco con el poder, debió huir a Paraguay para refugiarse en el cottolengo de Asunción.
Según el medio argentino, el cura fue muy asediado por amenazas, pues cuando estaba a cargo de la Basílica, hablaba frecuentemente de la connivencia e inacción de las autoridades locales.
El sacerdote había hecho contundentes declaraciones a medios de comunicación de su comunidad. En una oportunidad había dicho a un diario de la provincia de Corrientes, refiriéndose al avance del narcotráfico en Itatí: “Para que se de esta realidad hace falta la connivencia o inacción de los funcionarios que deben controlar”.
El cura debió dejar la ciudad ya en el mes de diciembre “presuroso y asediado por los amedrentamientos”, según cuenta Clarín.
El vicario de la Basílica, el padre Pánfilo Ortega, en un momento dado había reconocido que Cadenini “debió ser trasladado a otra comunidad porque estaba siendo perseguido por los narcos”.
Incluso había contado que al sacerdote en una ocasión lo quisieron atropellar en la ruta, “porque el padre hablaba de ellos y les hacía frente desde el altar”.
“Acá o estás de acuerdo con ellos o te despachan. No es novedad lo que pasa acá, todos lo saben y nadie dice nada por miedo”, había agregado el párroco Ortega.
Pese a que desde la Basílica quieren presentar el traslado como “un cambio interno habitual”, las declaraciones del párroco, producidas casualmente luego de la detención de la hija del ahora exintendente y del hermano del viceintentente por tráfico de marihuana, solo confirman más el verdadero motivo del traslado de Cadenini, dice Clarín.