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“Nuestros ingredientes son de primera calidad, es por eso que la corrupción no está entre ellos”, señala parte del anuncio hecho en sus redes por la pizzería “Il Bambú”, local gastronómico asunceno que se pliega al repudio generalizado hacia el diputado colorado José María Ibáñez, quien ayer fue salvado por 48 diputados de ser expulsado del Congreso. Esto pese a que confesó haber robado dinero en el polémico caso de los “caseros de oro”.
“Il Bambú se reserva el derecho de admisión a Ibáñez y sus secuaces. Ñandekueraipama”, prosigue la publicación.
Días atrás, otro conocido restaurante “La Tarantella”, también había rechazado su enérgico rechazo a la figura del legislador, declarándolo persona no grata para su local comercial.
Tras la sesión de ayer en que 48 diputados - 42 abstenciones- blanquearon a Ibáñez, las manifestaciones de repudio de diferentes sectores ciudadanos no paran.
Al contrario, se replican en distintos puntos del país: Entre ellos, los alumnos del colegio secundario Miguel Ángel Rodríguez, de Ñemby, que hoy hicieron una sentata; los exalumnos del colegio Internacional (que incluyen en su manifiesto a los diputados Hugo Ramírez y Raúl Latorre, y a la esposa del diputado, Lorena Plabst, también egresados del Inter); los socios del club Centenario que piden su expulsión; la Sociedad de Paraguaya de Anestesiología y los trabajadores del Hospital de Concepción, que pusieron pasacalles responsabilizando a Ibáñez y otros políticos corruptos de la falta de recursos para la salud.
Un caso pintoresco es el de un joven vestido de payaso quien con una bandera paraguaya al hombro, subió a un tanque de agua, ubicado en la plaza frente a la Municipalidad de Presidente Franco, para protestar contra políticos corruptos, como el ladrón confeso José María Ibáñez.