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Jesús Jiménez Vera fue denunciado por violencia familiar por su expareja, Gabriela López Rojas. El hecho habría ocurrido en la noche del 28 de noviembre, y la víctima presentó denuncia esa misma noche. Sin embargo, hasta el momento, el presunto autor no está detenido y la denunciante habla de irregularidades en el proceso de investigación, que estarían favoreciendo al supuesto agresor.
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Por este motivo, la mujer recusó a la fiscal al frente de la causa, María Estefanía González.
Gabriela, quien trabaja como asistente fiscal del Ministerio Público, realizó la denuncia en la madrugada del 28 de noviembre, la misma noche que su pareja, Jesús, la golpeó, según cuenta, propinándole un puñetazo en la boca. La denunciante relata que acudió a la Fiscalía barrial Nº3 a prestar declaración testimonial, en la que manifestó que fue al Hospital de Barrio Obrero para que le dieran un diagnóstico médico, así como también fue atendida en el sanatorio privado La Costa, y en una clínica odontológica, donde le realizaron una reconstrucción de la dentadura, que se vio afectada por el golpe.
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La mujer cuenta que pese a que hizo todo el proceso como corresponde, la fiscal no tomó ningún recaudo para salvaguardar su integridad, ni la remitió a la Clínica Forense, a fin de constatar las lesiones que sufrió. Además, tampoco libró oficios a los hospitales donde la joven fue atendida. Días después, según Gabriela, su agresor regresó a buscarla y volvió a intentar violentarla, por lo que tuvo que llamar al 911 y por fortuna, el hombre se retiró ante la presencia policial.
Pese a que le solicitó a la fiscal que pidiera al 911 el audio de su llamada de auxilio como elemento de prueba, esta no lo hizo. Pruebas Además, la denunciante agregó fotografías de los golpes que recibió en el ojo, frente, cuello y labios, además de sus dientes. Gabriela cuenta que aportó una fotografía de su teléfono celular destruido por su agresor, y del faro trasero de su vehículo, que también habría violentado el denunciado.
La mujer menciona que recién cinco días después del hecho, la fiscal ordenó la detención, pero a nombre de una persona equivocada, por un supuesto error en el número de cédula. Continúa relatando que, llamativamente, el 12 de diciembre, la fiscal solicita fecha para una evaluación psiquiátrica, curiosamente, no para el agresor, sino para Gabriela, quien está en calidad de presunta víctima de violencia familiar.
La denunciante dice no entender cómo en lugar de brindarle una contención, la agente del Ministerio Público “toma partido a favor de Jesús Jiménez”. Otro hecho llamativo, según relata la denunciante, es que la investigadora terminó solicitando un diagnóstico médico, pero para Jesús Jiménez y no para la denunciante. Gabriela López Rojas afirma que hay evidencia de un “actuar cómplice” de la fiscal a favor del denunciado, que se daría por un vínculo de amistad entre la investigadora y la hermana de Jiménez.
La mujer denuncia además, que su expareja se presentó a brindar declaración indagatoria contando con una orden de detención, y sin embargo, se retiró del lugar sin ser aprehendido. Por todos estos motivos, Gabriela formuló recusación en contra de la fiscal María Estefanía González, porque esta no siguió el procedimiento estipulado por el Ministerio Público para casos de violencia familiar.
Por su parte, la abogada Paola Duarte, defensora de Jesús Jiménez, manifestó que en realidad fue Gabriela quien “comenzó y terminó la violencia”, hacia su cliente, y que este “no reaccionó en ningún momento”. Con relación a las lesiones en la boca y otras partes del cuerpo que presenta la denunciante, la jurista adujo que esta se encontraba en aparente estado etílico, y que se habría caído de las escaleras, golpeándose contra la baranda.