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Los concejales se reúnen por una hora cada dos semanas y perciben, entre dieta y gastos de representación, unos G. 4.150.000. Además tienen un vale de combustible por G. 200.000 cada mes. A modo de comparación en Caazapá los ediles perciben cerca de G. 3 millones, en San Nepomuceno G. 2.500.000 y en Yuty un poco más de dos millones de guaraníes. Es decir, los ediles abaienses son los mejores pagados en el departamento.
La Junta Municipal de Abaí sesiona dos veces al mes y no las cuatro veces como exige la Carta Orgánica Municipal. El presidente de la Junta Municipal de Abaí, profesor Ever Duarte (Frente Guazú), señaló que se reúnen los viernes de 11:30 hasta 12:45, cada dos semanas completando dos horas y media de reunión por mes.
Teniendo estos datos, los concejales de Abaí ganan la suma de G. 1.800.000 por hora, sin tener en cuenta el cupo de combustible. En 9 meses, de enero a setiembre, la Junta Municipal ya desangró a los contribuyentes unos G. 432.000.000, emitió ocho ordenanzas y 56 resoluciones, lo que significa que cada documento cuesta al pueblo unos G. 6.750.000.
La comunidad se debate entre miles de necesidades, pero los ediles hasta ahora no generaron proyectos que puedan beneficiar a los contribuyentes, tampoco son contralores de los recursos de la Municipalidad.
Otro hecho irregular es que el concejal Carlos Ever Duarte Enciso, quien es docente, fija residencia en la ciudad de San Juan Nepomuceno, asentamiento Artemio Rojas. El edil ingresó al asentamiento durante la presidencia de Fernando Lugo, ocupando una vivienda destinada a personas de escasos recursos.
Los lugareños exigen que la Justicia Electoral intervenga en el caso con el objetivo de trasladar su empadronamiento a San Juan Nepomuceno, por un lado y por otro que sea investigado por ocupar una vivienda para personas de escasos recursos.
El concejal percibe G. 4.200.000 en la Municipalidad de Abaí y como docente cuenta con dos rubros, que sumado dan G. 4.654.990. Con el doble salario el edil gana al mes unos G. 8.854.990.
Duarte Enciso señaló que la casa que ocupa en el asentamiento de San Juan Nepomuceno lo ganó mediante su lucha social durante el gobierno de Fernando Lugo. Agregó que el terreno pagó con su plata y la casa fue donación del Gobierno de Taiwán. El docente dijo que la denuncia en su contra es una cuestión política.