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La resolución Nº 347 de fecha 5 de agosto establece que los precios de todos los productos y servicios ofrecidos al consumidor final deben ser adecuados a las denominaciones de las monedas circulantes vigentes: G. 1.000, G. 500, G. 100 y G. 50.
Esto obedece a que los empresarios y comerciantes en general utilizan precios que muchas veces imposibilitan dar el vuelto exacto, ya que los montos terminan en G. 1, G. 5 y G. 10, lo que genera molestias al comprador, impotente de poder reclamar la devolución completa de su dinero.
La normativa también establece que la determinación del precio deberá hacerse con el sistema de redondeo a favor del consumidor o “redondeo hacia abajo”. Se establece un periodo de 60 días corridos para la adecuación de los sistemas y mecanismos de facturación para el redondeo. Queda exento de aplicación de estas medidas el rubro de combustibles, ya que generalmente el consumidor realiza compras por montos exactos.
La Sedeco advierte que, de constatarse el incumplimiento de estas disposiciones, los infractores serán pasibles de sanciones.