Ramón García, de 29 años, oriundo de Presidente Franco, puso a la venta uno de sus riñones para saldar una deuda de más de G. 30 millones que contrajo tras realizar un préstamo para abrir un negocio, el cual no prosperó.
“Tengo deudas bancarias por un negocio que se fue a la quiebra. Es mucho y no es mucho también, pero el banco es banco. Estaba haciendo venta de ropas a crédito y muchas personas me han estafado, y fui a la quiebra y me quedé con muchas deudas”, relató a ABC Digital.
Ramón García es casado y no tiene hijos, expresó que anteriormente intentó habilitar un estudio de edición de video y audio, pero que tampoco tuvo suerte.
Consultado sobre su decisión de poner en venta uno de sus riñones, expresó que se trata de un desesperado intento por obtener dinero para pagar sus cuentas.
“Estoy buscando trabajo, pero en este momento tengo las cuentas y es algo urgente, porque trabajando con sueldo mínimo no voy a poder pagar la cuota, no me cubre. Mi señora trabaja, pero no nos alcanza y no le gusta porque es algo inmoral”, relató.
Expresó que publicó su anuncio en un sitio de clasificados en principio para buscar los fondos.
Seguidamente, señaló que no tiene nada de valor para poner en venta y cubrir así su deuda: “Justamente tengo un vehículo que se cayó su motor y no va a cubrir la deuda porque es demasiado barato”, comentó.
En julio pasado, un joven padre, Francisco Santander, de 25 años, había mencionado también que puso a la venta uno de sus riñones a fin de buscar una fuente de ingresos para cubrir sus gastos.
Había señalado en aquel entonces que fue víctima de robo por parte de malvivientes que le sustrajeron un equipo fotográfico que era su herramienta de trabajo.
La venta de órganos está prohibida por la ley 1.246/98, que señala en el capítulo “de trasplantes de órganos y tejidos anatómicos humanos” artículo 25, inciso f, que está prohibida “toda contraprestación u otro beneficio por la donación de órganos y tejidos, en vida o para después de la muerte, y la intermediación con fines de lucro”.