Cartistas pagan entre G. 100.000 a G. 300.000 por votos

Ciudadanos indignados del departamento de San Pedro denunciaron que los candidatos y dirigentes del sector oficialista están repartiendo dinero en nombre del Gobierno nacional, con fines proselitistas y aprovechándose de la pobreza de la gente.

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Según la denuncia, el monto de la "donación" varía entre G. 100.000 y G. 300.000.

La acción es encabezada por la diputada Perla Acosta, quien se postula para gobernadora por el cartismo, y es repudiada por muchos habitantes de la zona por la manera en que utiliza a la gente para su beneficio personal.

En las últimas semanas aparecieron varias fotografías de estos dirigentes partidarios entregando bolsitas de víveres en sus recorridos, pero hace una semana esta estrategia cambió: ahora directamente entregan dinero a los probables electores, con el compromiso de que el 17 de diciembre voten a los candidatos oficialistas. 

Uno de los que acompañan al equipo de HC es el intendente de San Vicente Pancholo, el profesor Nicolás Vargas, a quien se ve en una imagen en el momento de pasar un billete de G. 100.000 a una mujer asentada en una colonia de este municipio.

La entrega de dinero, que fue viralizada rápidamente, causó la indignación de los sampedranos que están en contra de este tipo de práctica proselitista. En un audio que también fue viralizado, Vargas dijo que el cartel de la Lista 2 no debía colocarse, pero "justo se tomó la foto cuando eso". 

Una vecina de esta mujer, quien se identificó como Margarita Peralta, de la zona de Kamba Rembe, aseveró que se sienten burlados por su intendente, por tratarles como mendigos de la calle.

Al respecto intentamos conversar con el jefe comunal, pero su teléfono dio apagado.

Margarita Peralta señaló que de acuerdo a la información que manejan, el intendente Vargas solamente está cumpliendo una orden de Perla Acosta.

Otra persona del distrito de Gral. Resquín manifestó que lamentablemente todavía existen muchos ciudadanos que se prestan a la manipulación de los políticos y que se venden por cualquier migaja.

"Yo no pienso vender mi conciencia por G. 100.000 ni por una bolsa de mercaderías, porque estoy seguro de que estos politiqueros -cuando consigan sus objetivos- dejarán abandonadas a estas familias", añadió.

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