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Rodrigo Rojas, dirigente del grupo de familias que hace algunas semanas ocuparon el predio del Cuartel de la Victoria, indicó que “los lugares donde nos fuimos eran inhabitables, entonces preferimos constituirnos aquí en la Plaza de Armas. Ayer, a las 16:00, empezamos a levantar carpas del Cuartel de la Victoria, como nos habíamos comprometido, y empezamos a levantar carpas acá unas 900 familias, para seguir con la lucha por el acceso a una vivienda digna”.
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Refirió que los lugares propuestos en Villeta e Itauguá se encuentran muy alejados, lo que los convierten en inhabitables. “En primer lugar, (rechazamos) porque están lejos. El suelo de Villeta era lodoso o rocoso y el sitio donde se encontraba el predio de Villeta estaba a 7 km por camino de arena, sin transporte público para llegar a otras arterias que conecten luego con la ruta 2, digamos que a 20 a 25 km de la ruta”, comentó.
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“No es el problema que sea lejos, estamos dispuestos a organizar este movimiento, ver transporte como autogestión, pero caminos de arena que nos lleven 7, 8, 10 km de las rutas que son accesibles hacen inhabitable el lugar. Por ejemplo, una madre soltera con hijos cómo va a gestionar la ida de sus hijos a la escuela”, explicó Rojas.
Indicó que de las más de 1.000 familias que había en el cuartel, ahora están cerca de 900, ya que la resistencia también sirve como una especie de filtro, consideró. “Tal vez esto sirve como un filtro: los que realmente necesitan están acá y se van a seguir sumando en la semana”, dijo, a la vez de indicar que siguen en diálogo con las autoridades gubernamentales.
“Seguimos en conversaciones con la SAS y con intermediación del defensor del Pueblo. Hasta el momento, hay buena conversación. La voluntad de parte de ellos y nuestra está, solamente que vamos a estar en la plaza hasta conseguir algo mejor”, comentó.
Finalmente, dijo que autogestionarán la instalación de baños y otras necesidades básicas en la plaza, pero cualquier ayuda por parte de las autoridades será bienvenida. También dijo que llegaron a un acuerdo con un grupo de indígenas y los propios desplazados del Bañado por inundaciones, ya que su lucha “es la misma”.