Esas dificultades quedaron de manifiesto en un acto realizado en Asunción en el que participaron un centenar de jóvenes de todo el país, organizado por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) y la asociación Somos Pytyvöhára ("ayuda a la enseñanza", en guaraní).
En el encuentro se sucedieron las peticiones de mayor inversión estatal en educación y salud, y una más participación juvenil en las decisiones que les afectan.
Un 66,3% de la población paraguaya es menor de 30 años, lo que da al país un perfil más joven que muchos otros países de la región, pero al mismo tiempo en muchos de los indicadores de desarrollo Paraguay está por detrás de sus vecinos, según los datos divulgados hoy por el UNFPA.
Por ejemplo, más de un 40% de los jóvenes no realizan estudios secundarios, una de las tasas más altas de la región, y tan solo un 5% de los adolescentes tiene acceso a internet y otras tecnologías de la información.
Además, un 60% de los menores en edad escolar reportaron algún tipo de maltrato en el hogar y la mitad de los jóvenes tiene trabajos en el sector informal, sin seguro social, y recibe la mitad del salario que los adultos.
El acto de hoy fue un “terere jere”, en el que los participantes se fueron pasando el tereré, la infusión fría que es típica de Paraguay, al tiempo que debatían los problemas que enfrentan.
“Donde hay más carencias es en educación y salud. También en el trabajo, necesitamos que haya más oportunidades”, dijo José Escobar, integrante de Somos Pytyvôhára, de 26 años.
Escobar se quejó de que el Estado no garantiza el derecho constitucional a una educación “gratuita y obligatoria”.
También pidió más inversión en salud y en programas para reducir los embarazos entre adolescentes, que ascienden a un 20% del total, según los datos de la ONU.
“El embarazo afecta a toda la vida de los jóvenes, porque a menudo son conminados a salir de la escuela. No existe educación para prevenir eso”, se lamentó.