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Meses atrás, ante el derrumbe parcial de la defensa costera y el persistente aumento del nivel del río Paraguay, las autoridades nacionales instaban a la evacuación total de la ciudad, que corría el riesgo de ser arrasada por las aguas. A pesar de la advertencia, la inmensa mayoría de la población decidió resistir, asumiendo que lo hacían con el peligro de perder la vida en el caso del colapso total de los muros.
Incluso en esos momentos, la actividad comercial no quedó paralizada y los compradores de la Argentina seguían cruzando el río para aprovechar las ofertas de una ciudad asediada por las aguas. En un estado de total aislamiento, al cortar las aguas el camino de acceso en unos 10 kilómetros, los proveedores realizaban un gran esfuerzo para combinar el transporte terrestre y fluvial, acercando los productos que requerían los alberdeños para reaprovisionarse. Esta tenaz resistencia de los vecinos del segundo distrito más poblado del Ñeembucú sensibilizó a la sociedad paraguaya y también a las autoridades nacionales, logrando que se prometiera la construcción de una costanera sobre el río Paraguay.
De la pesadilla de la inundación, los alberdeños han pasado a días de bonanza e inmejorables expectativas. La ruta que promete rescatarlos de su aislamiento avanza sostenidamente desde el kilómetro 40 de Villeta.
En unos dos años, el tortuoso camino de acceso a Villa Oliva y Alberdi se convertirá en una ruta asfaltada. Paralelamente, se espera la licitación de la construcción del pavimento de la vía que conectará a la zona con la capital departamental. Igualmente, se realizan los trabajos para concretar la nueva defensa costera. Las tareas consisten en la instalación de la base de piedras, en la primera etapa de lo que será la futura costanera, con espacios para el esparcimiento, el tránsito de vehículos e incluso una ciudadela en la que se proyectan apuntalar los edificios públicos y las galerías comerciales. Referentes locales expresan su optimismo ante la proyección de las obras y las ventas que han crecido en los últimos meses.
Miguel Vázquez, comerciante, indicó que la actual bonanza no tiene antecedentes en la historia de la comunidad. Indicó que diariamente alrededor de 2.000 argentinos cruzan el río para realizar sus compras en esta ciudad. Resaltó el avance de los trabajos de pavimentación de la ruta que permite el traslado a la capital del país y la construcción del nuevo dique que protegerá a los alberdeños.
El comerciante afirmó que estas obras y la constante presencia de compradores del país vecino despiertan el interés de inversionistas. Indicó que empresas financieras, transportistas fluviales y empresarios dedicados a distintos rubros han visitado el distrito explorando su potencial. Señaló que es probable que, en poco tiempo más, Alberdi pueda contar con un servicio de balsa, que una a esta ciudad con Formosa.
Dijo además que se deben mejorar las instalaciones portuarias que son muy precarias, además de ampliar la oferta de restaurantes, bares, hoteles y otros servicios, para que la atención a los turistas sea óptima. Expresó que también se debe apuntar a preservar y embellecer los espacios verdes, ya que lamentablemente la plaza de la ciudad había sido vendida años atrás.
Para Juan Ángel Rojas, que es dueño de una casilla en la que se ofrecen artículos a los visitantes de la Argentina, recordó que desde los 7 años trabaja en el comercio. Subrayó que por el aislamiento histórico, los alberdeños sólo tienen dos opciones para sobrevivir, "ser vendedor o contrabandista".
Indicó que así como actualmente se tienen buenas ventas, también se tienen épocas muy difíciles para el comercio. Significó la importancia de las obras que se ejecutan actualmente, solicitando que el gobierno también se interese en fortalecer el hospital distrital, para evitar que los vecinos de esta zona sean humillados, cuando van en busca de atención médica al país vecino. Refirió que también será muy importante contar con alguna filial de las universidades públicas, ya que es muy escasa la oferta educativa en esta ciudad.
Hemeregildo Gavilán, un veterano heladero de Alberdi, dijo que la reactivación del comercio alberdeño, beneficia a todos los pobladores de la ciudad. Habló de la importancia de mejorar las condiciones del puerto local, que no otorgan seguridad a los visitantes. Mencionó que son las autoridades locales, las que deben gestionar estas inversiones, que sumadas al asfaltado del acceso y el muro de contención ayudarán a dar mayor tranquilidad a toda la población. Gavilán señaló que estaba contento por el actual movimiento comercial, que también beneficia a la gente humilde. Explicó que en su caso la venta de helados se encuentra en buen momento, gracias al ingreso de gran cantidad de turistas y la temperatura que va en constante ascenso.
Compradores provenientes de la provincia del Chaco manifestaron que llegaron a Alberdi atraídos por el buen precio de los productos. "Hicimos más de 300 kilómetros con nuestros vehículos. Acá los precios son muy buenos, hay ofertas interesantes", expresaron.
Las inversiones que realiza actualmente el Estado en la zona de influencia de Alberdi y las que proyecta realizar en los próximos meses representarán aproximadamente unos 200 millones de dólares, requiriéndose de un esfuerzo conjunto de autoridades locales y comerciantes, para acompañar estas obras con otras que permitan el despegue económico de Alberdi.