En el acto de presentación del informe, al que acudieron el presidente Horacio Cartes, y el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Ramón Jiménez Gaona, las autoridades resaltaron que Paraguay necesita una inversión en infraestructuras de 1.000 millones de dólares anuales.
El documento señala además que, en 2014, la inversión en obras de infraestructura alcanzó los 426 millones de dólares, mientras que la meta al cierre de 2015 es llegar a los 600 millones.
Las fuentes de financiación para estas obras son diversas, desde los fondos propios de Paraguay recaudados a partir de la emisión de bonos soberanos, hasta la cooperación de entidades trasnacionales, como el Banco de Desarrollo de América Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) .
Paraguay también contó con ayuda del Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata (Fonplata) , del Fondo Español de Cooperación para Agua y Saneamiento en América Latina y el Caribe (FECASALC) o de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
La mayor parte de las inversiones están destinadas a obras de pavimentación y asfaltado de carreteras y principalmente afectan a los departamentos de la región oriental de Paraguay, como Canindeyú, Paraguarí o San Pedro.
En cuanto a los proyectos en proceso de ejecución, se observan varias iniciativas que afectarían a la ciudad de Asunción, como la construcción de la avenida fluvial Costanera en su sector norte y sur, la instalación de un sistema de metrobús, la modernización del aeropuerto Silvio Pettirossi o el saneamiento de dos de los arroyos urbanos y de la bahía de la capital.
También hay proyectadas varias obras de mejora de carreteras en la región del Chaco, la zona que presenta mayores deficiencias en cuanto a rutas en el país, y donde se prevé mejorar la ruta Transchaco desde Puente Remanso, próximo a Asunción, hasta la ciudad de Mariscal Estigarribia, un tramo de más de 500 kilómetros.
En cuanto a las obras con alcance internacional, está prevista la pavimentación del Corredor Bioceánico a su paso por el Chaco Central, una obra valorada en 315 millones de dólares que permitirá la interconexión entre los puertos brasileños del Océano Atlántico, y los puertos chilenos del Pacífico.
Otro corredor comercial, pero esta vez en el interior de Paraguay, conectará el departamento de Alto Paraná, en la zona de la triple frontera con Argentina y Brasil, con el departamento sureño de Itapúa, para mejorar la eficiencia del transporte y la competitividad de Paraguay como país exportador de granos.
También está prevista la creación de una vía fluvial segura mediante el dragado y señalización del río Paraguay, en el marco de la hidrovía entre los ríos Paraguay y Paraná, con un costo de 200 millones de dólares que serán sufragados mediante una alianza entre el sector público y el privado.
Paraguay es el segundo país con mayor atraso en obras de infraestructura de Latinoamérica, sólo por detrás de Haití, según el ministro de Hacienda, Santiago Peña.
Las carencias en infraestructuras sitúan a Paraguay en el puesto 125 de un total de 142 países analizados por un informe del Foro Económico Mundial.