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“Fue una medida apresurada, urgía el tiempo y decían que había una amenaza de violencia y sin consultar a los otros miembros de la CEP se reunieron con Lugo”, dijo monseñor Zacarías Ortiz.
El mismo se refirió a los obispos Claudio Giménez, Edmundo Valenzuela y Adalberto Martínez, que se reunieron con Fernando Lugo para pedirle que renuncie para evitar un derramamiento de sangre.
“Cuando hablan los obispos, la gente cree que es la Conferencia Episcopal, pero muchos obispos no están de acuerdo con esa medida porque es una injerencia politica. Los tres que se fueron allá humildemente pidieron disculpas”, señaló.
Agregó además que dicha situación no tuvo mayores consecuencias en el seno del organismo eclesial y que todo sigue sin problemas.
“Hay muchos sacerdotes que apoyaron a Lugo, que no es un pecado, pero aceptar ciertas cosas y meterse en política ya está fuera de nuestra constumbre de actitudes que vienen de la Iglesia”, sostuvo.