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Dijo que este tiempo de Cuaresma debe ser de conversión, lo que significa movernos un poco más hacia Dios desde lo más profundo de nuestro corazón y de nuestra conciencia. “Si hay un hecho de violencia, de muerte, detrás está el pecado de las personas que no tienen conciencia de paz y fundamentalmente de búsqueda del bien”, expresó.
Afirmó que como cristianos debemos mirar más hacia el frente, considerando los valores como la verdad, la justicia, la honestidad y la fraternidad, que actualmente están en crisis y afectan la convivencia creando un clima de tensión en todo el país.
En este momento, la Iglesia y sus obispos piden que tratemos de incentivar la oración por la paz, parafraseando a San Pablo: “En Dios vivimos, nos movemos y existimos. En la medida en que todos los que habitamos en esta patria reflexionemos sobre nuestras acciones y le damos un poco más de espacio a Dios en nuestras vidas, podemos mejorar nuestras familias y nuestras comunidades para el bien común”, expresó.
Con relación a su visita al Ñeembucú, dijo que ha sido muy fructífera, ya que ha visitado cuatro parroquias, varias instituciones y se reunió con feligreses. Afirmó que existe una muy buena organización y se trata de responder a las distintas dimensiones del desafío pastoral como de los jóvenes, de las familias y la parte social.
Consultado sobre el pedido de fieles para el retorno a Pilar del redentorista italiano Sergio Cámpara, el obispo respondió que se irá informando de la situación para brindar una respuesta certera a quienes han manifestado su inquietud por el traslado del sacerdote.