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Peritaron por segunda vez la escena de un accidente automovilístico donde fallecieron dos menores de edad, atropelladas por un efectivo policial que presumiblemente se desplazaba por la ruta 8 con dirección a esta ciudad a alta velocidad. Las víctimas se desplazaban en una motocicleta cuando fueron atropelladas.
El padre de las víctimas, Cristino Barrientos, relató que sus hijas Mariza Eliana y Nathalia Belén Barrientos Cabrera, de 17 y 13 años, volvían en motocicleta de la escuela de danzas el 8 de noviembre del año pasado cuando en el km 220 casi frente a la entrada de la facultad de Veterinaria de Caazapá, compañía Kavaju Retä, fueron atropelladas por el suboficial Miguel Ángel Mereles, quien se desplazaba -según testigos- a alta velocidad. Supuestamente en el momento del impacto contra la motocicleta de las fallecidas, el mismo se adelantaba imprudentemente a otro vehículo, presumiblemente a un colectivo.
Según el acta elaborada el día del accidente por el fiscal interviniente, el impacto ocurrió en sentido contrario y el vehículo que conducía el uniformado arrastró a las víctimas por varios metros. Nathalia Belén Barrientos fue arrastrada por 33 metros, mientras que Mariza Eliane quedó a 42 metros del lugar del impacto.
El vehículo conducido por el uniformado, un automóvil Nissan Sunny, de color blanco, sin chapa, quedó en un profundo barranco a más de 80 metros del lugar del impacto. El efectivo policial en ningún momento frenó según los datos proporcionados por efectivos policiales que estuvieron en el lugar después del accidente. El vehículo pasó sobre las victimas y la moto quedó incrustada por el automóvil.
El padre de las víctimas, Cristino Barrientos, señaló que hay varias irregularidades en la investigación del caso. Consideró que los peritos quieren salvar al policía y acusó a Rosimere Mineur, del Ministerio Público, de falsear los datos. "Inclusive ya le denuncié penalmente a la funcionaria por la producción de documentos públicos de contenidos falsos", recordó. La denuncia se encuentra en la unidad uno del Ministerio Público de Caazapá, a cargo del fiscal Cesar Martínez, donde se encuentra encajonado.
Igualmente, Barrientos manifestó que una de sus hijas ya murió al llegar en Emergencias Médicas de Asunción, donde llegó 6 horas después del accidente. Los efectivos policiales que llegaron al lugar del accidente se encargaron primero de llevar al policía del lugar con destino a Caazapá, pese a que no le pasó nada, dejando a las víctimas en el piso por 20 minutos. El suboficial Richard Benítez, quien conducía el Móvil 10 de la Policía Nacional, fue quien estaba más apurado en esconder a su camarada que en auxiliar a las víctimas, quienes estaban tiradas en el asfalto, según relató.
Nathalia Belén estaba viva y fue auxiliada después de 20 minutos hasta el hospital de Caazapá; desde allí fue enviada hasta Asunción en una ambulancia que no tenía sirena llegando 6 horas después del accidente y falleció desangrada. El accidente ocurrió cerca de las 16:00 y la ambulancia llegó las 22:30 ya totalmente desangrada, repitió el padre.
La abogada Liz Cañete, quien representa a la familia de las víctimas, dijo que con la realización por segunda vez del peritaje, el objetivo es llegar a la verdad de los hechos. La imprudencia cegó dos vidas jóvenes muy activas de su comunidad y se pide justicia. La comunidad está consternada por el accidente y más por la actitud de la perito del Ministerio Publico Rosimere Mineur, quien mediante su dictamen intentó ayudar a unas de las partes, en este caso al hombre que imprudentemente protagonizó el accidente fatal, dijo la profesional del derecho, quien además dijo que ella como abogada querellante solicitó la realización de la nueva pericia. Estuvo presente durante la diligencia que se realizó el día lunes último el juez de garantía Claudio Villalba y el fiscal que entiende en la causa César Martínez, además de los peritos Luis Alberto Goiguro y Julio Roberto Maldonado, quienes tienen 15 días para presentar el dictamen al juzgado.